Una marca fuerte es la única alternativa para crecer con mayor rapidez y obtener una mejor rentabilidad, y las compañías que cuentan con esta característica saben que su valor va más allá de sus productos y servicios. Además, tanto es el impacto que las marcas que, hoy en día, son la razón de existir de algunas empresas.
Un consumidor, en términos generales, no tiene una relación con un producto o servicio, pero si puede tener una relación con una marca. De hecho, las marcas más fuertes del mundo tienen un lugar en la mente del consumidor y cuando se habla de ellas casi todo el mundo tiene la misma experiencia, un elemento determinante que reina en la esencia de las grandes marcas.
Por esa razón, las marcas se han convertido en el activo principal de las empresas; esto significa que la marca debe promoverse y cuidarse en cada punto donde la organización tiene contacto con el cliente, porque el conocimiento y la percepción de la marca que tenga el cliente se irá formando con cada acción, comportamiento, actividad y contacto donde la organización tiene contacto con el cliente.
Un estudio de Accenture Interactive, reveló que el “amor y la afinidad” de los consumidores por las marcas puede comprenderse a partir de los siguientes elementos: diversión, capta la atención de la gente y los mantiene entretenidos; relevancia, facilita encontrar información clara y personalizada; compromiso, identifica las necesidades de la gente y se adapta a sus expectativas; social, ayuda a la gente a conectarse con los demás; utilidad, es eficiente, fácil y se adapta al paso del tiempo.
Las activaciones permiten a las marcas estar en contacto con sus clientes, por medio de una experiencia de marca, ya que permiten ofrecer experiencias diferentes y divertidas, generan expectación y, sobre todo, potencian la experiencia que tiene el público con la marca.
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