El marketing below the line, conocido también como no convencional o no masivo, cuenta con una serie relativamente amplia de la herramientas para promocionar una marca (esto en el sentido de la utilización de técnicas con la finalidad de recordar, presentar y persuadir a una audiencia respecto a una firma, bien o servicio). Las activaciones, los eventos, el emailing, la publicidad exterior son solo algunos de los ejemplos con los que cuenta el BTL para cumplir con estos objetivos. Sin embargo, entre los medios que existen destacan los artículos promocionales. ¿Cuáles son las ventajas que ofrecen? Revisemos algunos datos al respecto.
A diferencia de la publicidad convencional, los artículos promocionales tiene la particularidad de que el mensaje, la idea o la marca que quieren promocionar se presenta de manera poco intrusiva. Dicho en otros términos, no es como los anuncios que aparecen en la televisión, sino que al venir junto con este tipo de materiales es recibido de manera más orgánica.
La exposición de la marca o el mensaje que se quiere transmitir es considerablemente mayor en el caso de los artículos promocionales. Por lo regular, este tipo de materiales, en el mejor de los casos, son conservados por el público que los recibió. Cabe destacar que estos objetos, al ser utilizados por la gente en su ámbito cotidiano, suele ampliar las impresiones que genera, puesto que habrá más gente que vea el mensaje en cuestión.
Los artículos promocionales deben cumplir con la premisa fundamental de que deben ser útiles para las personas a las que se está dirigiendo una estrategia. Debe ser algo que ellos usen de manera cotidiana o frecuente al menos. En esta línea de pensamiento es posible que se experimente aumento importante en el engagement de la firma en cuestión, igual que con otras métricas como es el caso del brand awareness.
