El mes de junio ha sido declarado en distintas partes del mundo como el mes del Orgullo LGBTTTIQ, para conmemorar el esfuerzo y la lucha que ha hecho dicha comunidad para que sus derechos sean respetados con igualdad al de las personas heterosexuales, además para que haya más inclusión y respeto hacia la diversidad. Algunas marcas han hecho acciones de mercadeo a favor de esta causa, lo que es considerado por muchos como pink marketing. Sin embargo, ¿qué se necesita para que este tipo de mercadotecnia funcione de manera efectiva?
De acuerdo con información de Nielsen, los consumidores de la comunidad LGBTTTIQ compatibilizan con marcas que hacen acciones en favor de la inclusión y la diversidad en todo momento y no sólo en el mes de junio.
¿Qué implica lo anterior? Que las acciones de pink marketing deben ir acorde a los valores de la marca y que la inclusión y la diversidad formen parte de su cultura organizacional. De este modo, las acciones que se hagan serán genuinas y, en consecuencia, tendrán éxito en este público meta tan específico.
La coherencia y la congruencia entre los valores que se profesan al interior de la firma, los que se predican hacia su exterior y los que se implementan en sus acciones diarias será fundamental para que el pink marketing tenga sentido, propósito y, sobre todo, éxito.
De modo contrario, si no exiiste una coherencia y congruencia entre los valores y las acciones de la marca (tanto al interior como al exterior de la empresa) existe la posibilidad de que el resultado sea completamente contraproducente. ¿Por qué? Si la firma declara una cosa, pero actúa del modo contrario la percepción de la compañía se puede venir para abajo e incluso esto puede derivar en una crisis de marca, la cual puede derivar en una caída en las ventas e ingresos.