En medio de problemas como la piratería, la falta de negociación y la elección correcta del lugar o producto en el que se puede exhibir una marca, recurrir al camino legal de las licencias puede ser de mucha utilidad para un proveedor de servicios. Por su parte, el propietario de una imagen puede sacar provecho al uso de esta vía en diferentes áreas (entretenimiento, deportes, alimentos, bebidas, etcétera)
En ambos casos es necesario acercarse a un tercer intermediario que es el licenciante, y que está encargado de controlar el material protegido de una empresa o persona ““ aquí depende del número de creadores del concepto a licenciarse-. Por lo tanto una licencia es el derecho contractual de utilizar la imagen o sello de un producto previamente amparado por los derechos de autor.