Escribe el título de esta columna en Google y tendrás decenas de resultados con páginas que aseguran revelarte la mejor manera de hacerlo. Como si el secreto estuviera en el receptor y no en el mensaje.
Es impresionante la cantidad de información que hay al respecto. Y, aunque estoy de acuerdo en la importancia de considerar las preferencias y medios de comunicación favoritos de un segmento de mercado que es el más relevante, si consideramos su crecimiento demográfico, poder adquisitivo y período de vida dentro del conjunto económicamente activo, creo que el secreto no está en adaptarse a un nicho en específico para tratar de complacerlo, sino en crear una personalidad propia, con valores universales y beneficios tangibles para cualquier segmento de mercado.
Lo anterior puede sonar descabellado y va en contra de una cantidad importante de estrategias realizadas por grandes compañías, pero si analizamos bien a las marcas con mayor éxito a lo largo de los años, podemos ver cómo no tratan de “imitar” un estilo de vida o casarse con él, sino innovar y crear un storytelling global, atractivo para casi cualquier persona, sin importar zona geográfica, género, raza o religión. Echemos un vistazo por ejemplo, a marcas líderes como Apple, Coca Cola, Samsung, Toyota, Uber, Disney, Microsoft, Google, BMW, Wal-Mart, Budweiser, Amazon, IKEA, Adidas y Red Bull, sólo por mencionar varias. Están dirigidas a un grupo en específico: el universal.
El segmento humano tiene los mismos sueños de superación y busca una mejor calidad de vida. Su principal objetivo es la felicidad y eso lo sabe bien Coca Cola, desea un lugar agradable y confortable para vivir y eso lo conoce IKEA. Es niño o añora revivir esos momentos felices de su niñez, y eso lo tiene presente Disney. Le gusta la aventura y lo mueve la adrenalina, por ello Red Bull gasta millones de dólares en contenido sobre el tema. No sabe a ciencia cierta lo qué quiere, pero comprará un dispositivo muy atractivo a la visa que simplifique su vida, esa es la magia que crea Apple.
Si lo analizamos bien, los beneficios de las marcas citadas además de estar intrínsecos en sus productos o servicios, también lo están en su comunicación. Es cierto que ahora los millennials son los mejores “early adopters” que podemos encontrar y esa es una gran ventaja para las marcas, pero tanto los productos como los mensajes de las compañías líderes pretenden impactar a un sector mucho más amplio.
Al final de cuentas, aún cuando existen algunas diferencias no tan profundas entre las generaciones y los diferentes niveles socio-económicos, todos y desde siempre, buscamos los mismos valores: calidad, durabilidad, buen servicio, precio justo, simplicidad e innovación/evolución. Ya seamos Millennials (Generación Y), Generación X, Generación Z, Baby Boomers o Zombies (bueno, ellos sólo querrán mordernos para preservar su especie).