Comunicar, siempre será una buena manera de promover la diversidad, la equidad y la inclusión en las organizaciones, como una acción no solo de visibilidad sino también de pedagogía que propicia e impulsa las acciones que se ejecutan.
Sin embargo, comunicar las acciones sin un marco de actuación claro frente a la diversidad, la equidad y la inclusión, puede ser contraproducente, porque fácilmente se cae en DEI washing, alardeando mucho de cosas que carecen de un marco de actuación claro frente a las políticas, diagnósticos y declaraciones corporativas y con poca profundidad frente al concepto mismo, dejando las acciones de DEI demasiado cortas frente a la estrategia de visibilidad y comunicaciones.
Por eso, quiero traerte cuatro apuestas comunicacionales para hacerlo bien y no morir en el intento:
- Tener claro los marcos actuación: más allá de la acción puntual a comunicar, indaga cual es el marco de actuación bajo el cual se suscribe la acción de DEI, que manifiestos o políticas sustentan esa estrategia para comunicarla sin temor a equivocarnos.
- Contar desde la cotidianidad: es importante contar las acciones DEI desde una narrativa cercana y cotidiana que conecte a las personas y no se haga pesada y difícil de entender; las historias siempre serán una buena manera de lograrlo.
- No forzar: no cuentes más de lo que hacen, generar altas expectativas frente acciones muy concretas y pequeñas, pueden hacerte caer en un DEI washing fácilmente.
- Narrar a través de los enfoques: contar historias con propósito y corazón conecta con los interlocutores; por eso, tener claros los enfoques de diversidad, equidad e inclusión a los que le apunta la compañía y conocer las brechas que desea cerrar, le da contundencia a los procesos. Así, se favorece que las historias que vayamos a contar tengan rostros, porque las brechas no son un abstracto, tienen nombres y rostros.
Estas apuestas favorecen la consolidación de una narrativa que es construida con argumentos, con sustento y no como una estrategia de marketing que promueve el consumo de productos, si no que por el contrario se hace consciente y atraviesa la estrategia organizacional, siendo la comunicación un eslabón más, dentro de la cadena organizacional para visibilizar lo bueno que ya sucede adentro.