En sector retail, principalmente en Estados Unidos, ha tenido un periodo de mucha incertidumbre. Marcas como Radio Shack, Bebe, Crocs, JCPenney, Macy’s, Ambercrombie & Fitch, Sears, Gap, entre otras, han cerrado miles de tiendas.
Sobre todo porque los consumidores han adoptado nuevos hábitos de compra, optando por modelos negocio como el comercio electrónico. Y gracias a eso, hoy en día somos conscientes del poder que tienen los consumidores en el mercado.
Asimismo, también encontramos que factores como la distribución, la organización del punto de venta, la selección de los productos y precios, entre otros, son fundamentales para motivar la compra.
Por tanto, mientras no mueran las tiendas físicas, aún podemos encontrar los siguientes tipos de compras en tiendas. A continuación, te ayudamos a diferenciarlas:
Compras previstas
Son aquellas en las que el cliente decide con anterioridad lo que va a comprar. Responden a una decisión precia de acuerdo a una planificación, y por ello el comportamiento es totalmente racional.
Compras modificadas
Se dan cuando el cliente compra el producto que tenía pensado, pero cambia la marca influenciado por ofertas, por el propio comerciante, por la presentación del producto, entre otros.
Compras por impulso
Son aquellas que el comprador decide en el punto de venta y están influenciadas por las técnicas de merchandising. Y responden a un comportamiento de compra irracional.
La compra por impulso por excelencia es aquella que se produce cuando los clientes esperan en las filas de caja para pagar y ahí las empresas aprovechan para colocar productos como dulces para tener este tipo de compras.
Planificadas
Hay intensión de compra pero su realización dependerá de promociones y precios interesantes.
Sugeridas
El cliente no tiene intensión de compra, pero al ver el producto que se anuncia decide probarlo.
Puras
Se trata de una compra completamente imprevista, ya que el cliente adquiere un producto que no suele comprar.