No hay duda que la situación macroeconómica en el mundo no es favorable. Los mercados y las economías sufren de un decrecimiento, nadie en este momento, ni la economía China esta creciendo.
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La tendencia macroeconómica en el mundo es no crecer. Europa no crece y no surge aún de la recesión en la que está metida desde hace tiempo, EE.UU no tiene su crecimiento acostumbrado y México, según funcionarios mexicanos como nuestro secretario de hacienda, Luis Videgaray, no va a crecer como se esperaba.
Este segundo semestre y durante 2014 mantendremos nuestro mediocre crecimiento de la economía del 1.8%, casi nada. Ante tal panorama, ¿Qué hacemos? ¿Nos deprimimos o decidimos seguir vendiendo?, pues lo que importa aquí es seguir con nuestra ventas, independientemente de lo que suceda en los mercados mundiales y en la macroeconomía mexicana, ¿No han notado que muchas marcas de consumo han vendido un poco menos que en años anteriores? Hasta cierto punto es normal, cuando entra un nuevo gobierno, la economía automáticamente se frena, normalmente el nuevo gobierno gasta menos porque tarda en encontrar quién tiene la chequera con dinero y si no se cuida bien, puede provocar una recesión leve pero peligrosa.
¿Qué hacer?, ¿Cómo sigo vendiendo haga lo que haga, independientemente se las fuerzas ocultas de la economía? La respuesta no es fácil pero necesita más constancia, lógica y criterio más que magia: Innovación, mejor distribución, ventas cruzadas y cosechar la lealtad que hemos sembrado en nuestros.
No hay respuestas mágicas, en momentos de recesión lo que hemos sembrado con nuestros clientes lo veremos como resultado en ventas de tiempos difíciles. Pero ventas al fin.
