En el mundo de la política, un candidato se convierte en un producto que trata de vender un partido a los electores y para ello recurren al marketing político, con el cuál la imagen del candidato debe colocarse en el top of mind de los votantes.
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Para Arturo González, director general de ASERO&GONZÁLEZ, el below the line es la herramienta perfecta con la que cuenta un candidato para impactar favorablemente en los electores, sin embargo la llegada del internet ha llegado a desplazar canales como los flyers o volantes que antes eran el medio que utilizaban los políticos para promocionar su imagen.
A pesar de ello, el viejo BTL sigue funcionando y González explica cómo se debe utilizar para no cometer errores en las campañas políticas:
Volantes/flyer
La agencia de marketing político no debe exagerar en la imagen de la persona, es decir debe usar los atributos físicos del candidato sin exagerarlos (no usar demasiado photoshop).
Los flyers o volantes no deben parecer memes.
Espectacular o billboards
Deben colocar al candidato rodeado de más personas, ponerlo en un ambiente familiar.
Sacar los atributos de la persona frente a sus rivales, ya sean físicos o valores.
Contenidos (imágenes) que relacionen al candidato, por ejemplo si la candidata se apellida Luna, tal vez organizar lunadas (veladas) con sus votantes.
Jingle
El candidato debe invertir en crear su propia melodía o canción y no “piratearse” alguna famosa, pues en muchos casos puede caer en el delito de plagio y eso afectará seriamente su branding personal.
Perder el miedo al ridículo (solamente si el candidato tiene mucha seguridad en sí mismo y no tiene miedo a las críticas o burlas)
Eventos
Aprovechar situaciones como eventos deportivos o dónde haya alguna posibilidad de convencer a personas, eso elevará el branding del candidato.
