El merchandising sensorial, o conocido también como de seducción, consigue que los consumidores sean estimulados de manera inconsciente por medio de la evocación de sensaciones y la recepción de modelos de acomodo.
Muchos clientes de las grandes tiendas de retail están conscientes del éxito de su estrategia de merchandising. Sin embargo, por si algún área todavía no despega con esta técnica, aquí se enlistan las características de un merchandising de éxito.
El merchandising de seducción
Las bases de esta estrategia en la tienda de retail están en la estimulación de los sentidos del consumidor: el olfato, los sabores, las sensaciones, la vista y los sonidos; son el medio.
El merchandising es más efectivo cuando los productos están emocionalmente vinculados con el cliente. Así se pone en entredicho que el cliente se rige por los precio o calidad. Aunque dichos factores son relevantes, no son decisivos. Muchas compras por impulso se efectúan por los estímulos del merchandising de seducción.
La memoria se construye por medio de la interacción de los sentidos con diversos objetos. Es por ello que el merchandising se vale de la asociación que el cliente genera con sus productos. Así, el ambiente, el servicio, la percepción de los olores, la degustación en directo, la iluminación y la música; inciden en las decisiones de compra. En este tipo de merchandising las emociones quedan sobre el razonamiento.
Dicha estrategia sirve de complemento para las tradicionales técnicas de comunicación.
Por otro lado, permite ofrecer en punto de venta más que una adquisición pues estimula al consumidor a sentir, disfrutar, sorprenderse. Su poder sugestivo trabaja con, en el caso del olfato, la información que recibe el cerebro a través del sistema límbico y el hipotálamo, regiones cerebrales responsables de las emociones, los sentimientos, los instintos e impulsos, la memoria y la liberación de hormonas.
