Si bien el BTL no implica hacer que el otro haga lo que tú quieres, más bien es lograr que el otro viva una experiencia a partir de la cual nos recuerde e identifique como una marca especial. Sin embargo, lograr eso no es cosa sencilla para las marcas.
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Un caso de éxito reciente sucedió en un semáforo… sí, en un semáforo. A fin de prevenir accidentes por cruzar la calle cuando los peatones no tienen el “siga”, la agencia BBDO ideó para Smart un recurso creativo que entretenía a la gente mientras esperaba el paso.
La dinámica consistió en hacer un semáforo bailarín, de tal forma que los movimientos de una persona eran reproducidos en el semáforo en tiempo real. El resultado fue que la gente no sólo esperó a que la luz cambiara sino que se sumó al baile y se divirtieron en su espera.
What are you for es el nombre de esta acción BTL que logró que el 81% de transeúntes se detuvieran ante la luz preventiva.
Aquí la historia:
