Dentro de los canales del below the line, uno de los más efectivos es el marketing directo. Este medio cuenta con distintas herramientas que ayudan utilizan la comunicación personalizada y directa con las personas, para entablar un lazo con ellas de modo mucho más sencillo. Sin embargo, uno de los principales apoyos que tiene es la investigación de mercado. ¿Cómo es que contribuye? Precisamente en las siguientes líneas hablaremos un poco más al respecto.
Un estudio de mercado ayuda a conocer mejor al público al que se va a dirigir una campaña, estrategia o producto. Ya sea que utilice fuentes directas o indirectas, este análisis nos permite conocer a los posibles clientes desde otra perspectiva.
Por medio de un estudio es posible conocer tanto como se quiera saber de la gente. qué lugares frecuenta, cuál es su edad, cuáles son sus intereses, cuál es la proporción de género, etc. Por medio de la información que recabamos es posible generar los insights necesarios para poder entablar una comunicación más directa y personalizada, que es, pues, una de las piezas esenciales del marketing directo.
Sin embargo, para que la investigación de mercado sea útil para obtener insights y poder generar así comunicación directa y útil con los clientes, es necesario saber discernir entre los datos que nos son útiles y aquellos que, al menos de momento no nos sirven tanto.
Con la finalidad de conocer con mayor profundidad al cliente potencial, la investigación de mercado puede complementarse con conocimiento generado a través de herramientas como big y small data, las cuales nos pueden arrojar otras perspectivas interesantes que quizá no obtengamos a través de las fuentes convencionales de las que se vale la investigación.
Es importante saber asimilar este tipo de información para que se convierta en conocimiento estratégico y que los insights que se consiguen a partir de él sean útiles y funcionales.
