La creación, ejecución y medición de estrategias digitales va en aumento, pues hoy en día es difícil que una marca no incluya alguna acción online en sus campañas, siendo el marketing con microinfluencers una de las más recurridas.
A diferencia de un influencer, que puede tratarse de una celebridad, atleta, líder de opinión u otro tipo de personalidad con un número alto de seguidores, un microinfluencer no cuenta con una comunidad de seguidores tan grande, pese a ello, al tener una audiencia bien segmentada, atenta a sus publicaciones y con una comunicación e interacción constante y directa, hacen que el trabajo con microinfluencers se vuelva mucho más redituable, pues con sus recomendaciones y menciones de la marca y un producto, es más fácil que sus seguidores se sientan motivados a comprar cierto producto o servicio.
De acuerdo con datos de SocialPubli.com, 47.4 por ciento de los microinfluencers suele estar conectado a la redes sociales entre 2 y 3 horas durante el día, siendo la noche el momento en que más están activos en dichas plataformas.
Microinfluencer, de la recomendación a la compra
Entre los beneficios que un microinfluencer ofrece a las marcas destaca un mayor nivel de engagement, además de que su publicaciones y sugerencias resultan ser mucho más creíbles y auténticas.
Aun cuando esta estrategia se lleva a cabo en plataformas de social media, es claro que uno de los objetivos de las empresas que lo implementan es que esa sugerencia lleve al usuario a un punto de venta o tienda digital para que realice una adquisición de un bien o servicio. Por tanto, ¿cómo estos personajes participan en la decisión de compra?
Héctor Cruzado, socio fundador de Zoé Water, compartió en entrevista para este medio que al tratarse de una persona que está en contacto directo con su audiencia, respondiendo dudas, atendiendo inquietudes y pendiente de lo que sucede en su comunidad de seguidores, es más sencillo que sus followers realicen lo mismo que él o ella, o bien traten de imitar sus actividades y hábitos de consumo, esto con la finalidad de asemejarse a ese influencer.
La publicación de contenidos genuinos, sin que busquen explícitamente una compra por parte de su comunidad, es otro factor que hace de esta estrategia un éxito.
Al hacer mención de determinada marca y producto, la audiencia recordará fácilmente el nombre de la empresa, por lo que al momento de estar frente al anaquel o en tienda online, podrá recordar a la marca y decidirá adquirir sus productos.
La confianza que genera un microinfluencer entre su comunidad también es un elemento clave en la decisión de compra. Al recibir una recomendación por parte de la persona a quien se sigue, los usuarios buscarán la manera de imitar la acción, dado que trae un impacto positivo en el influencer, aspecto que repercute en la intención de compra de los seguidores.
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