Como ha pasado con muchas otros otros sectores, la industria de la ropa ha cambiado últimamente. A diferencia de otras áreas (cuya transformación ha sido motivada por la digitalización), el principal motivador es la consciencia social que han adquirido muchas empresas respecto al impacto que esta actividad económica tiene en la sociedad y en el medio ambiente. Cabe destacar que esto también ha tenido un efecto en el modo en que las personas adquieren una prenda, precisamente sobre esto hablaremos más en las siguientes líneas.
Una de las tendencias que se ha percibido fuertemente en los últimos años es que los consumidores buscan cada vez más productos que sean mucho más amigables con el medio ambiente. Esto ha motivado que muchas empresas comiencen a adoptar la economía circular como modelo de negocio.
Por medio de la economía circular se busca aprovechar al máximo los recursos que se usan para realizar un determinado producto. Por ejemplo, si se hace una playera, después de un cierto ciclo de vida, sus materiales pueden ser reutilizados para hacer alguna otra vestimenta.
Por medio de la economía circular, no sólo se reciclan los materiales que se usan en una determinada industria (en la de la moda, en este caso), sino que se busca optimizar su uso para sacarle el mejor provecho posible.
Patricia Barroso, gerente de Fortalecimiento Comunitario y comunicación para Fundación C&A, explica que una de las tendencias que se ha podido observar en el modo en el que las personas compran ropa en algunos países es por medio de un sistema de rentas: hay una boutique que cuenta con un cierto inventario, cuyas piezas pueden ser rentadas o apartadas por las personas por ciertos periodos de tiempo. Cabe destacar que el negocio es el que se encarga de darle mantenimiento
De este modo, las personas no están gastando constantemente en ropa, la cual, muchas veces sólo se ponen algunas veces, sino que una prenda puede ser constantemente aprovechada.
