Cada día hay más tiendas virtuales que han decidido formar parte del comercio electrónico, entre cuyos objetivos se encuentra el de incrementar su tráfico orgánico por medio del SEO, para aumentar su visibilidad y, en consecuencia, que haya más probabilidades de cerrar una cuenta. Esto se puede conseguir por medio de un buen posicionamiento en las listas de resultados lanzados por motores de búsqueda como el de Google o el de Yahoo. Hay un concepto muy importante asociado al modo en el que funcionan los buscadores y es el crawling.
Antes de entrar de lleno sobre cómo funciona el crawling, también conocido como crawleo, es importante mencionar que este concepto hace referencia al método que utilizan distintos buscadores para brindarle un puesto a un sitio o una página web en las listas de resultados que generan estos sitio.
Pero, ¿cómo lo hacen? El crawling funciona por medio de crawlers (también conocidos como arrastradores), que son pequeños programas, los cuales son enviados por prácticamente toda la red, cuya principal función es la de encontrar todos los sitios web que existen, para posteriormente analizarlos con un algoritmo con la finalidad de determinar la posición que ocuparán en una lista de una búsqueda determinada.
Por ejemplo, alguien coloca en un buscador “sitios para hacerse un tatuaje”. Entonces se realiza un crawling para buscar todos los términos similares, para posteriormente estudiarlos con un algoritmo, el cual ayude a definir la posición que tendrán los resultados que se le muestren a la persona que está realizando dicha búsqueda.
Cabe destacar que cuando se realiza crawling se estos robots toman en cuestan distintos criterios, como por ejemplo la calidad de contenidos, qué tan actualizados y relevantes sean, la estructura del sitio en cuestión e incluso la velocidad a la que se puede acceder a dicho portal electrónico.