Recientemente se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia lo que entre muchas otras cosas nos recuerda la importancia de reflexionar sobre la brecha de género que aún existe en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Se estima que el 90% de los empleos futuros requerirán algún tipo de competencias en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y las categorías laborales que más crecen están relacionadas con STEM, sin embargo, las mujeres y las niñas siguen estando muy poco representadas en las ciencias.
Los datos de la UNESCO (la agencia de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura) muestran que menos de un tercio de las estudiantes eligen asignaturas relacionadas con las STEM en la educación superior, mientras que sólo el 3% de las mujeres eligen asignaturas relacionadas con las TIC.
Las niñas y las mujeres son sistemáticamente apartadas de las ciencias y las matemáticas a lo largo de su educación, lo que limita su acceso, su preparación y sus oportunidades de entrar en estos campos cuando sean adultas.
Según el Centro de Investigación en Política Pública, en México, solo 3 de cada 10 profesionistas que eligieron carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. Las diferencias entre hombres y mujeres son especialmente elevadas en algunos de los puestos de trabajo de mayor crecimiento y mejor pagados del futuro, como la informática y la ingeniería. De los egresados de STEM solo 12% son mujeres empleadoras, apenas una por cada siete hombres, lo cual implica una barrera a su desarrollo profesional.
Las mujeres se enfrentan a retos únicos debido a su género cuando se trata de ir a la escuela y trabajar en los campos STEM. Entre los principales desafíos que deben superar al querer involucrarse en estas áreas de estudio se encuentran:
- Barreras culturales: Desde corta edad se les enseña a las niñas que las únicas profesiones a las que pueden aspirar están relacionadas con la cocina o deberes del hogar, lo que provoca que no puedan tener un panorama más amplio sobre sus oportunidades.
- Acceso limitado a educación STEM: Falta de información en los centros educativos sobre las diferentes oportunidades y carreras existentes, así como falta de instituciones que cuenten con carreras STEM disponibles en diferentes estados del país.
No obstante, desde el sector empresarial podemos adoptar diferentes estrategias que ayuden a mejorar la participación de mujeres y niñas en estas áreas:
- Colaborar con instituciones educativas para seguir capacitando a las niñas y adolescentes para que tomen decisiones equilibradas e informadas sobre un posible futuro que involucre el sector STEM.
- Impulsar iniciativas corporativas que apoyen el desarrollo de las niñas en estas áreas, tales como el programa Pulsar de NTT Data, el cual ofrece programas de mentoría impartidos por mujeres exitosas en las ramas de STEM con la finalidad de darles un impulso para que encuentren su misión, visión, a qué se quieren dedicar y que encuentren y desarrollen su talento.
- Las mujeres saltan múltiples obstáculos en las carreras relacionadas con las ciencias, la tecnología y la ingeniería, y contar con espacios donde mujeres que ya hayan “pasado por eso” compartan sus experiencias puede mejorar enormemente la capacidad de aquellas que se inician o ascienden en sus campos para mantener el rumbo y atestiguar que el éxito es posible.
Sin la presencia de mujeres en el campo de STEM, la innovación se verá limitada y excluirá a la mitad de la población. Necesitamos más mujeres en STEM para fomentar la innovación y representar mejor las necesidades de la sociedad. Las empresas e instituciones educacionales deben enfocar sus esfuerzos en inculcar todas las áreas de la ciencia y tecnología a los géneros por igual, ya que la transformación digital ha abierto las puertas a nuevos puestos laborales enfocados en tecnología, y la escasez de talento puede ir frenando el éxito de las organizaciones en el futuro.
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