Como parte de las disciplinas Below The Line, una activación de marca es al día de hoy una de las estrategias más importantes y utilizadas por empresas de diversas industrias.
Gracias a esta acción BTL, una compañía puede hacer lanzamientos de nuevos productos o servicios y mostrar sus virtudes e impacto en la vida diaria del consumidor, además de ofrecer dinámicas que le permiten fomentar la participación del target, y al mismo tiempo fomentar una conexión emocional, y claro, derivar en una compra de producto o contratación de algún servicio, en un futuro inmediato.
De acuerdo con información de nuestro Departamento de Investigación, mostrada mediante el más reciente Estudio Anual de Inversión en BTL, se pronostica que para el cierre de 2017, el capital destinado podría haber sido de más de 7 mil millones de pesos.
Activación, estrategia que educa e informa
El hecho de que esta estrategia Below The Line sea la favorita de las marcas en México, responde a varias razones, entre ellas la posibilidad que brinda a una empresa de educar al consumidor y brindar información sobre sus productos o servicios.
Pero ¿cómo una marca puede aprovechar una activación para lograr ambos objetivos, conectar con el target y ser recordada por el?
Enrique Rodríguez, gerente de Mercadotecnia para Bebidas de Campbell’s México, afirmó en entrevista para este medio que una forma efectiva de lograr una educación del consumidor, por medio de una activación, es haciendo uso de otras estrategias de marketing que la complementen.
Contar con promotores, capaces de orientar e informar sobre las virtudes e impacto que tiene cierto producto o servicio, es vital para que el consumidor sepa, de primera mano, cómo beneficia el uso de cierto artículo.
Así mismo, otros expertos en marketing BTL coinciden en que para educar al target, a través de una activación, se debe contar con material de apoyo dentro de la activación, es decir, contar con un stand y displays que hagan de la experiencia algo más enriquecedor y que maximicen la comunicación de un mensaje al consumidor.
De igual forma, la propia dinámica diseñada para la activación debe orientar al consumidor e informar sobre los beneficios del producto o servicio, así como las aplicaciones que tiene, de tal modo que la experiencia vivida no sólo contribuya a una recordación de marca, sino también a un mayor conocimiento sobre la empresa y las características de sus productos.
Ambas cosas ayudarán a la marca a motivar una compra, fomentando además una mayor familiaridad con el producto, de tal modo que culmine en una preferencia hacia la empresa.
