Las bases de datos son el corazón de prácticamente todas las estrategias de marketing directo, como los programas de lealtad, el telemarketing o el CRM. Además de esto, ha adquirido una particular relevancia para el business intelligence debido a que, por medio del procesamiento y estudio de la información, se puede tomar decisiones estratégicas de negocios que pueden impulsar a una empresa. Sin embargo, no todos la data con la que se cuenta tiene la misma calidad, por lo que es importante conocer cuál es su estado de salud, para determinar si nos es útil o si habría que modificarla o incluso rehacerla.
¿Cómo podemos conocer la salud de una base de datos? Uno de los pasos más sencillos que podemos implementar es verificar que no haya registros duplicados en ella. Si esto llega a pasar, existe la posibilidad de que los procesos de estudio y análisis de la data que se corren simplemente no sean tan rápidos y efectivos cómo tendrían que ser.
Otro paso que se puede realizar para determinar la salud de una base de datos es revisar hace que tanto tiempo se capturaron los registros que la componen y qué tanto han cambiado hasta ahora. La data con la que se trabaja en toda estrategia debe estar, en todo momento, actualizada. De nada sirve obtener proyecciones y estudios con datos de hace años. Claramente, el resultado estará en función de ellos y no de lo que pasa actualmente.
Es más difícil de determinar la veracidad con la que cuenta los registros de estos compilados de información; sin embargo, es totalmente necesario verificarlo. El principal motivo es que una data falsa nos arrojará, con mucha probabilidad, resultados falsos.
Es importante que todos los registros que se hayan obtenido para una base de datos hayan sido obtenidos con consentimientos de los dueños de dicha información. No hacerlo, aunque nos pueda garantizar resultados interesantes, podría implicar una posible violación a la las leyes sobre la seguridad de datos personales