Los celulares se han vuelto parte fundamental del consumidor en la actualidad, ya no sólo para mantenerse comunicado con otras personas, sino para también permanecer conectado en prácticamente todo momento y para realizar distintas tareas, tanto personales como laborales. Sin embargo, no todas las personas invierten la misma cantidad de dinero en uno de estos dispositivos, además de las cualidades que buscan varían. El estudio Mobile Market Insights, de IDC, proporciona un panorama sobre cómo ha sido la evolución del mercado de los teléfonos inteligentes.
Según se menciona en el estudio se estima que, para 2018, por cada cuatro personas que hay en México, una tiene un teléfono inteligente, de tal modo que para dicho año hubo cerca de 32 millones de este tipo de dispositivos. De esta cantidad, el 23 por ciento (o sea el 7.3 millones) de estos aparatos tuvieron un costo que osciló entre los 2 mil y los 3 mil pesos.
Los dispositivos con un precios entre los 1,500 y los 2,000 pesos ocuparon el 17 por ciento, cifra que equivale a 5.3 millones de teléfonos inteligentes. Si bien es cierto que estos dos segmentos cuentan con buena parte del mercado, los aparatos que cuestan entre los 6,000 y los 10,000 pesos actualmente cuenta con el 5 por ciento.
Cabe desatacar que el segmento de los teléfonos inteligentes de gama alta (cuya parte del costo precisamente está entre los 6,000 y los 10,000) ha crecido en los últimos años, de tal manera que para 2016 se registraban 1.7 millones, mientras que para 2018 fueron 4.3 millones de aparatos, lo que implicó un crecimiento del 153 por ciento.
Una de las principales cualidades por las cuales se buscan este tipo de dispositivos es por las funcionalidades con las que cuenta, la cuales se encuentran por arriba del promedio, además de que tienen un mejor desempeño.