Uno de los principales motivos por los cuales el e-commerce le está ganando terreno al comercio convencional es por todas las facilidades que le ofrece a los clientes: reciben sus productos en su trabajo u oficina, existe una gran variedad de artículos y pueden comprar donde sea y cuando sea. Sin embargo, hay un aspecto en el cual el retail mantiene su ventaja por mucho respecto al comercio electrónico y es que en un punto de venta físico las personas pueden tener un contacto directo con aquello que desea adquirir, mientras que en un sitio web, pues simplemente no puede hacer eso. Un modo de solucionar esto es por medio de la generación de un buen catálogo.
Para hacer un buen catálogo, hay que contar con fotos de todos los productos que están en venta. Tienen que ser imágenes con buena definición y preferentemente en un formato adecuado para su utilización y carga en el sitio web (preferentemente en JPGE o en PNG). A propósito de esto, por cada entrada de cada artículo, será conveniente tener fotos de distintas perspectivas, para que el cliente pueda apreciarlo bien.
También es importante mencionar que las fotos del producto no deben ser muy pesadas para que no alenten el funcionamiento y carga del la página en el dispositivo del cliente.
Es muy importante que cada una de las entradas de todos los productos cuenten con una buena descripción, la cual sea concreta pero que también sea clara. Es fundamental incluir en la información el precio con el que cuentan y también debe tener un call to action que invite a la compra.
Finalmente será importante mostrar el catálogo de modo atractivo, por ejemplo, en formato de carrusel, sin embargo, se podrá optar por alguna otra forma, siempre y cuando sea llamativa, interesante e intuitiva en su forma de utilizar.
