Una de las actividades diarias que más disfruto de mi día a día es dedicar un tiempo a navegar en diferentes sitios y cuentas de redes sociales. Y en esta navegación me he encontrado en repetidas ocasiones un grandioso tema que me ha resultado desde la primera vez que estudié sobre él, atractivo y que invita a saber más de él, y es “neuromarketing”. Ok, suena atractivo, pero ¿qué es exactamente?
Las diversas herramientas o técnicas en marketing, buscan crear conexión con el cliente o potencial consumidor. Hablando específicamente del neuromarketing, hablamos de lanzar pequeños ganchos que apuntan a nuestros distintos procesos mentales, tanto explícitos como implícitos, mismos que influyen en el comportamiento de nuestra audiencia objetivo, y de todos y cada uno de nosotros. Dicho de otra forma, el neuromarketing es la aplicación de ciertas técnicas de neurociencia al ámbito de la mercadotecnia, y la información que de su aplicación obtengamos nos ayudará a entender en mejor forma, por qué una persona se inclina por este u otro producto o servicio, así como los factores que le llevaron a culminar con esa decisión.
¿Alguna vez han comprado un artículo y, pasado el tiempo lo ven de nuevo y se preguntan: pero qué estaba yo pensando cuándo me decidí por esto? Y es que, sin duda alguna, hay muchos factores que influyen día a día en nosotros y que al estratega de marketing o líder de negocios le interesará analizar para sacar conclusiones de valor.
Para lograr lo anterior, se deben realizar diversos estudios para poder medir la respuesta del cliente a cierto estímulo en forma de campaña de marketing, producto o servicio. Este tipo de técnicas científicas entran a un detalle tan profundo, que incluso podemos conocer las diferentes zonas del cerebro que se estimulan o no ante dicho objeto.
Apelando al hecho de que somos seres humanos racionales y emocionales, el neuromarketing toca diversas aristas, que podemos dividir principalmente en tres áreas:
- Auditiva: que echa mano de los sonidos y melodías para conectar con su audiencia.
- Visual: que como su nombre lo indica, busca que conectemos con lo que observamos, desde un color, hasta una imagen o silueta.
- Kinestésica: que dirige estímulos captados por el tacto, el gusto y el olfato.
Después de haber ahondado en estos puntos quisiera preguntarles si hay algún producto que de solo tocarlo quisieron llevarlo con ustedes; ¿alguna de sus compras, es motivada, no por una necesidad, sino porque eso que compran les recuerda a alguien que ya no está en sus vidas?
¡Pues bien, esto es ni más ni menos que el neuromarketing!
Esta ciencia se centra en el cerebro y en su funcionamiento, engloba todo el funcionamiento cerebral, incluyendo las emociones, e interviene desde que el consumidor se plantea comprar el producto o servicio, cuando decide comprarlo, cuando lo compra y, por último, cuando ya lo tiene y hace uso de él.
El neuromarketing trae consigo varios beneficios, entre ellos se encuentran los siguientes tres principales:
- Al tener estos insights post-estudio e inyectar el valor extraído, en el negocio, podría traer un incremento de las ventas.
- Al conocer mejor al cliente, se pueden hacer hacer ajustes en la experiencia que vive al entrar en contacto con la marca, y por lo tanto mejorar sus índices de satisfacción (a mayor satisfacción, mayor probabilidad de recompra y recomendación).
- Al inyectar estos insights al negocio, no solamente conocerás mejor al cliente, sino que lo pondrás al centro de la estrategia, lo cual es un indicador importante para una empresa que se lidera principalmente por un propósito mayor a solo conseguir dinero.
El uso del neuromarketing ayudará a entender y anticipar el comportamiento del consumidor y permitirá el acercamiento con los clientes para proporcionarles experiencias de compra avanzadas.
Depende de las empresas encontrar un equilibrio que permita mantener una imagen de marca sólida, al tiempo que crea productos, experiencias y campañas que sus clientes sigan amando.