En entregas anteriores de Cómo abrir una agencia BTL tuvimos oportunidad de hablar sobre los objetivos que requiere tener claros una empresa (en este caso, una agencia BTL) para comenzar y dar continuidad a su funcionamiento. Sin embargo, incluso para fijar metas es importante tener una metodología, que dista totalmente de una mero trámite burocrático o simplemente un capricho escolar. Uno de los métodos más importantes para trabajar esto es el que se conoce como SMART, sobre el cual te platicaremos en esta entrega de la serie.
Pero, ¿qué es un objetivo? Podemos definirlo como una meta alcanzable que tiene una fecha de cumplimiento. En principio, podemos diferenciar dos tipos: los generales y los particulares. Evidentemente, en este punto cuando apenas se está alistando todo para echar a andar una agencia BTL primero tendrán que definirse los objetivos generales.
¿Cómo se hace esto? Regularmente un objetivo se coloca en una oración simple que responda a la pregunta “¿qué es lo que quiero lograr?”. En el caso de la agencia BTL, una meta puede ser ofrecer servicios de promotoría. Sin embargo, esto es bastante general, por lo que se recurre al modelo SMART, que proviene del inglés specific, measurable, attaunable, realist y timely (en español específico, medible, alcanzable, realista y temporal), de acuerdo con información del sitio de Iván Martínez.
Básicamente las cualidades que forman el acrónimo SMART son las características con las que debe contar un objetivo para que sea eficiente, según detalla Pymerang. Cabe mencionar que este método fue ideado por George T. Dorian. Si las metas que se fijan no son específicas, alcanzables, realistas, temporales y medibles, entonces es posible que no resulte viables.
Cuando hablamos de objetivo específicos nos referimos a que tienen que ser detallados y concretos. Con medibles lo que queremos decir es que puedan ser cuantificables. Mientras que con alcanzables nos referimos a que puedan realizar por medio de los esfuerzos del un equipo. Con realistas es bastante claro que debemos evitar las imposibilidades. Finalmente, con temporales lo que queremos decir es que deben estar acotados a una fecha límite de cumplimiento, según explica Tribe Scale.
Veamos un ejemplo acotado a una agencia BTL: “Concretar el trabajo con tres cuentas durante el primer año de funcionamiento de la empresa por medio del ofrecimiento de servicios de promotoría”. Como vemos, esta meta es específica, medible, alcanzable, realista y cuenta con una fecha límite de cumplimiento.
Antes de terminar este artículo, cabe hacer una aclaración: el hecho de que un objetivo tenga una fecha límite no implica que si no se logró la meta dicha fecha se haya fracasado, sino que es una oportunidad para evaluar los resultados y hacer modificaciones a las estrategias en dado caso de ser necesario.