Alemania.- Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Colonia ha demostrado que los consumidores que comen palomitas de maíz mientras están en el cine son inmunes a los anuncios publicitarios. Este efecto está relacionado con la forma en que asimilamos el nombre de una marca en nuestros cerebros.
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Según los expertos, cuando escuchamos o vemos una marca, nuestros labios y lengua simulan la pronunciación del nombre de forma automática. Cada vez que volvemos a toparnos con esa misma firma la boca práctica la pronunciación de manera inconsciente. No obstante este proceso de aprehensión puede ser interrumpido mientras masticamos.
Los investigadores de la Universidad realizaron un experimento con 96 personas. A 48 de ellas se les dieron palomitas antes de entrar a la función y al resto se les obsequió un caramelo que podía disolverse rápidamente en la boca. Al finalizar de la película se aplicó una pequeña encuesta que demostró que los anuncios tuvieron muy poco o nulo efecto en aquellas personas que masticaron de manera constante. El resultado es completamente diferente con la otra mitad de los participantes que mostraron una respuesta psicológica positiva ante los comerciales.
Este descubrimiento puede ser aplicado a muchos alimentos y diferentes lugares; sin embargo las palomitas son un producto muy común en los cines que se sirve en grandes raciones lo que provoca que los asistentes estén masticando durante más tiempo.
Si esta investigación llega a oído de las marcas y se comprueba, mediante otros experimentos, que se trata de un comportamiento recurrente que efectivamente perjudica la labor publicitaria quizá no veamos palomitas en los cines.