Con el fin de intervenir en un conflicto internacional entre Pakistán e India, que desde hace cientos de años han sido rivales por conflictos políticos, religiosos y territoriales, Coca-Cola presentó unas vending machine por demás interesantes y hasta cierto punto, “humanas”.
Se trata de las “Small World Machines”, un par de máquinas expendedoras que conectaron a hindúes y pakistaníes sin importar las fronteras ni los problemas internacionales, que muchas veces son únicamente intereses políticos que no tienen nada que ver con la población.
Cada máquina (una en cada país) contaba con pantallas táctiles y cámaras que transmitían en streaming lo que sucedía del otro de la frontera, permitiendo a la gente observar e interactuar con personas de la nación vecina.
Si dos personas, una en cada máquina, tocaban la pantalla al mismo tiempo y formaban la imagen indicada, las máquinas regalaban latas de refresco. Ambos dispositivos fueron colocados en centros comerciales de gran afluencia, uno en Nueva Delhi y otro en Lahore.
La agencia encargada de esta acción BTL fue Leo Burnett.