Las razones para llevar a cabo una correcta administración de un inventario son bastante claras, principalmente, cuando se trata de optimizar la capacidad de almacenaje y contar con las existencias necesarias para satisfacer las necesidades del consumidor.
Contar con un inventario adecuado permite a una tienda evitar, en lo mejor posible, que no se realicen ventas por la falta de mercancía o productos. En este sentido, tener una metodología para proveer y distribuir de forma adecuada los productos en una tienda será sumamente necesaria para lograr cumplir con las condiciones necesarias para la productividad y rentabilidad.
Una de las metodologías utilizadas para una buena administración del inventario es el “análisis ABC”, se trata de “”la optimización del inventario en la cadena de suministro, que consiste en la división de los artículos en tres categorías A, B y C”, según Lokad.
Para realizar una correcta clasificación del inventario, es necesario que se realice la siguiente clasificación:
A: Se trata del inventario que ocupa poco espacio en las bodegas, sin embargo, en términos económicos no son tan relvantes y, por lo tanto, tiene una menor rotación en relación con el total del inventario.
B: Esta clasificación indica que se trata de artículos con el menor valor de consumo, y debe representar el 50 por ciento de los artículos de inventarios totales.
C: Finalmente, este tipo de inventario tiene aquellos artículos que tienen un valor de consumo medio, es decir, aquellos que monetaríamente no representan una fortaleza, por tanto, debe ocupar el 30 por ciento del inventario total.
Especialistas señalan que al implementar esta metodología es importante controlar la relación A, B y C para poder calcular la rotación del inventario, así como calcular su desplazamiento y prever posbieles futuros relacionados con la utilización de los mismos, costos de compras, almacenamiento, o incluso, el mantenimiento del inventario.