Pero no se hace un reconocimiento del proceso comunicativo, no se piensa en la capacidad transformadora y educativa que tiene que darse en las organizaciones, para generar sentido de pertenencia.
Y ahí, se hace necesario verificar que es sentido de pertenencia para un colaborador más allá del compromiso con la organización; comprendiendo que la empresa debe estar en capacidad de generar procesos dinamizadores en términos comunicativos, que estén en línea con la modificación y adaptación de conductas que procuren vivenciar la cultura, la identidad, los valores que se expresan en la filosofía e identidad conceptual que profesa la compañía.
En tanto, no se pueden desconocer las realidades que atraviesan al colaborador como sujeto social, entendiendo la generación de redes necesarias de comunicación y conocimiento al interior de las organizaciones, pues en muchas ocasiones una de las razones por las cuales el colaborador no tiene sentido de pertenencia es porque no se siente escuchado y las prácticas de gestión del conocimiento se pierden, en la medida en que el colaborador no comparte lo que sabe, ni desarrolla su potencial.
Bajo esa estructura se hace imperioso que las compañías adopten tres conceptos fundamentales en pro de generar sentido de pertenencia: Comunicación, Redes de conocimiento y Narrativa de exaltación.
En ese sentido y para dar una breve introducción a los conceptos, es claro que, la comunicación tiene que ver con la generación de identidad y performance de marca, las redes de conocimiento van en búsqueda de la circulación de saberes buscando que los colaboradores mejoren su entorno y compartan lo aprendido, más allá de los procesos como un paso más del sistema de gestión de calidad. Por último las narrativas de exaltación, buscan que el colaborador sea reconocido por su entorno profesional y personal como un transformador positivo de su labor.
Y esas tres características van a facilitar una constitución más profunda y emocional del sentido de pertenencia en sí mismo en todas las organizaciones.