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El 48 por ciento de los mexicanos preferirían hacer home office si se les ofreciera dicha opción en sus empleos, de acuerdo con Citrix.
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En México, el 39 por ciento de los trabajadores tiene la oportunidad de desempeñarse a distancia, según datos de Statista.
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Entre las herramientas menos utilizadas la hacer trabajo a distancia se encuentra la tablet con el 39 por ciento, según Manpower.
La organización es una pieza indispensable para cuando se realiza home office. Sin este aspecto, lo más probable es que no logremos distribuir el trabajo que tenemos que hacer y haya una caída estrepitosa en nuestra productividad. Una de las herramientas que nos ayudan a optimizar esto es un cronograma diario de actividades. Sin embargo, ¿cómo puede realizarse uno de estos documentos que de verdad nos sea de utilidad? Precisamente en las siguientes líneas abordaremos algunos de los puntos más importante sobre este tema.
Para empezar a hacer un cronograma para hacer home office, lo primero que hay que hacer es enlistar todas la tareas fijas que debemos hacer todos los días. Por más variable que sea nuestra labor, es probable que haya algunas tareas se repitan de manera constante. Habrá que tenerlas mapeadas.
¿Cuánto tiempo tenemos para trabajar al día al hacer home office? ¿Es como el horario de oficina o puede ser más laxo? Es importante saber con cuánto disponemos para hacer nuestros deberes diarios. Las tareas fijas habrá que intercalarlas, pero también hay que dejar colchones de tiempo en dado caso de que lleguen a surgir bomberazos.
Es muy importante tener mapeado el trabajo que hacemos en nuestro día a día, pero igual de relevante es tener claros nuestros espacios de descanso. Si no los establecemos, es probable que simplemente terminemos por desgastarnos. Los horarios de comida y breves interludios para hacer otras cosas son básicos.
No menos importante es poner todo por escrito. Una vez que lo fijamos en papel, no sólo tenemos una mayor claridad respecto a nuestros tiempos al hacer home office, sino que así también se quedan fijados en nuestra mente con mayor facilidad.
La prueba y el error son básicos e indispensables al momento de hacer un cronograma para home office. Si algo no está funcionando, lo mejor será modificarlo por algo que sí tenga el impacto que esperamos.