Con la llegada de Internet, se han dado múltiples cambios benéficos en prácticamente todas las industrias, pero también ha traído una serie de actividades ilícitas que vulneran la seguridad de marcas alrededor del mundo.
En este sentido, el concepto de ciberocupación viene bien para ilustrar una situación que se ha dado con mayor recurrencia en la red, y que sin duda pone en desventaja a empresas de todo sector.
Esta acción ilícita consiste en hacer un registro de un determinado sitio web, bajo una denominación o nombre similar al de una compañía u organización legalmente constituida y de fácil reconocimiento por parte del público, solo con variaciones mínimas que en ocasiones no logran distinguirse.
Realizar este proceso tiene, como principal objetivo, confundir al usuario y redireccionarlo a páginas ajenas a su búsqueda.
Acciones preventivas
Elegir un nombre, así como el que llevarán productos y servicios, puede resultar complicado, por lo que contar con un registro oportuno del mismo es una medida preventiva que evitará un reuso y una omisión por pago de derechos, en caso de que otra empresa tenga la misma denominación.
Realizar un registro de marca y productos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) es una manera de constituir, bajo la vía legal, una marca, además de que implica un respaldo para actuar en caso de que haya otra organización que trate de usar el mismo nombre.
De acuerdo con Armado Flores, titular de Desarrollo de Negocios en Clarke Modet & Co., consultora experta en propiedad intelectual e industrial, comentó para el medio Entrepreneur que si una marca no tiene un registro ante organismos como la IMPI, difícilmente podrá ejercer acción legal en contra de quien utilice su denominación.
De igual forma señaló que, para asegurar que todos pueden ver y constatar el uso de cierto nombre, de forma legal, lo ideal es que toda empresa tenga un registro en dominios como .com, .mx y ambos.
Al término de 2017, el IMPI registró un millón 91 mil 549 marcas registradas que, a hasta enero de 2018, siguen vigentes, cifra que representa un aumento de 13 por ciento a lo reportado en 2016, lo cual convirtió a México en el quinto país con más registros aprobados a nivel global.