Las consecuencias del plástico son cada vez más evidentes. Esto ha ocasionado que los consumidores sean más cuidadosos con su consumo y, al mismo tiempo, ha generado que las marcas cuenten con un nuevo enfoque en su comunicación.
La sostenibilidad, por ejemplo, además de revolucionar la manera en que elabora un producto es una tendencia que está transformando la manera de hacer marketing. Los empaques son ecológicos, los canales de comunicación toman en cuenta tener el menor impacto ambiental para respaldar los valores de la marca, etc. De esta manera las marcas están impulsando la economía circular, es decir, el reciclado de materias primas y residuos, innovación en la producción y elaboración de productos, así como una reutilización, reparación y distribución distinta a lo que hemos visto en los últimos años.
De acuerdo con el Banco Mundial, América Latina es la región menos comprometida con el reciclaje. Mientras que los países europeos que han alcanzado niveles de reciclaje que superan el 50 por ciento de sus desechos anuales son: Suiza (100 por ciento), Suecia (99 por cientro), Austria (63 por ciento), Alemania (62 por ciento), Bélgica (58 por ciento) y los Países Bajos (51 por ciento).
China no quiere ver más plástico
Ante la creciente contaminación causada por el plástico, las autoridades en China han prohibido los plásticos de un solo uso. El plan fue publicado por la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (CNRD), con el propósito que antes de que acabe el 2022 la prohibición se realice en las ciudades y en las comunidades costeras bien desarrolladas.
Con esta medida, las autoridades chinas esperan reducir en un 30 por ciento la intensidad de uso de cubiertos desechables de plástico para 2025. Es un plan que afectará las operaciones de comercio electrónico debido a las actividades de envoltura, ya que las compañías chinas no podrán utilizar paquetes de plástico no biodegradable ni bolsas desechables de tejido plástico a partir de 2022.
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