2020 ha sido un año diferente en todos los aspectos de la vida, desde hace meses no hemos podido hacer actividades comunes y corrientes a como estábamos acostumbrados, por ejemplo ir al supermercado o festejar un cumpleaños.
Pero cada quien habla como le va en la feria. Estos nueve meses que van de cuarentena pudieron ser el infierno para algunos ya sea porque su salud o la de un ser querido se vieron perjudicadas o irremediablemente la muerte tocó sus puertas. Aunque también pudieron ser nueve meses para aprender a organizarse, adaptarse y llevar un ritmo de vida lo más parecido a lo “normal”.
El mundo cambió en algunos aspectos para los cuales muy pocos estaban preparados, ¿home office? ¿Estudiar en línea? ¡Cuándo se había visto como lo (temporalmente) común y habitual en México!
Parteaguas para hacer leyes
Aunque esto bien pudo ser la prueba piloto del home office por las deficiencias que representó ejecutarlo por primera vez en varias organizaciones, sirvió para demostrar que algunos puestos de trabajo no es necesario estar de manera presencial.
Mientras el trabajo salga en tiempo y forma, ¿cuál es el problema por estar o no estar en una oficina? Habrá ocasiones en las que se tendrá que ir a las instalaciones para supervisar o atender algún imprevisto, pero no necesariamente cumplir con una cantidad específica de horas.
Una legislación laboral en este rubro beneficiaría sobremanera a:
- Personas con hijos (especialmente pequeños).
- Personal que vive lejos de las instalaciones.
Por donde le quieras ver, la empresa no pierde sino que facilita la forma para beneficio de los trabajadores.
Importancia de la capacitación
Durante este periodo tuve la oportunidad de visitar por motivos laborales algunas empresas japonesas, mexicanas y estadounidenses. Corroboré cómo la cultura organizacional impacta y se impregna cuando se invierte en capacitaciones.
Para algunas organizaciones sólo es cuestión de poner gel antibacterial antes de entrar en alguna área; en otras es saber qué hacer en caso de haber tenido contacto con algún compañero enfermo y todo lo que implica, desde priorizar su salud hasta los detalles de su incapacidad laboral.
La capacitación es educar, por lo tanto, debe ser continua para formarla un hábito y renovarse cuando la información comience a ser obsoleta.
O te administras o te admifriegas
El parar una planta al menos por unas horas implica retrasos, posibles multas y en el peor escenario, pérdidas. ¿Te imaginas lo que implica parar por días, semanas o incluso meses? Fue la realidad para algunas compañías en la temporada álgida de la pandemia.
Sin producción no hay ventas, sin ventas no hay capital para sostener una empresa; por lo tanto, no hay para pagar la nómina. De ahí que algunas firmas optaron por disminuir el salario de sus empleados y distribuir de mejor forma el dinero por el tiempo de inactividad.
Aquí radica la importancia de ser un buen administrador en las finanzas: ¡aprender a sustentar el negocio!; en pos de esto habrá que hacer recortes de presupuesto e incluso sacrificar al personal dándolo de baja. ¡Vaya tarea afanosa!, pero es parte del business.
Carpe diem
¿Tienes trabajo? ¡Felicidades!, esfuérzate y justifica tu salario. ¿Te quedaste sin chamba? No pierdas la calma y busca un nuevo trabajo. Esta temporada de cuarentena fue la desgracia para algunos negocios y mina de oro para otros, quizá es tu oportunidad para cambiar de aires.
Que la pandemia te deje algo bueno en lugar maldecir sin sentido. La vida puede ser tan simple o compleja en parte por cómo decidas afrontar las circunstancias que se te atraviesen.
Este tiempo sirvió de preparación para analizar y redistribuir la forma de trabajar de las organizaciones; el virus seguirá entre nosotros y la industria no parará. Quien no se adapta, muere.