Estos dos años serán definitivos en el consumo mundial de las generaciones de clientes por lo que todos hemos vivido en estos dos últimos años. Sucesos que han determinado para establecer un nuevo ADN en nuestro papel antropológico social. Y esto estará presente en las diferentes generaciones de forma temprana, presente y futura. Esto es algo así como lo que pasó el 11 de septiembre de 2001. Con los ataques terroristas que cimbraron al mundo cuando cayeron las torres gemelas de Nueva York hace más de 20 años. ¿Por qué? El mundo ya no es mundo desde 2016 y no nos habíamos dado cuenta hasta que nos sentimos enfermos de COVID y su pandemia mundial.
El espacio generacional se estrechó por el vacío pandémico
Al estar encerrados y hacinados, pobres y ricos. Adultos, ancianos, niños y jóvenes en sus hogares. Como quiera que estos sean. Se incrementó el nivel de violencia familiar, abusos infantiles y la ansiedad en general entre las familias. El abuso infantil se da principalmente en el círculo cercano a las familias. Muchas veces entre padres, tíos y familiares cercanos. La cantidad de materia efervescente de sentimientos, vacíos y carencias que se dan en tan sólo dos años de una pandemia mundial. Son mucho más fuertes que una epidemia de flu posmoderna. Y si a esto le sumamos que millones de niños dejaron de cumplir con su ciclo escolar y con su socialización. Dejando de recibir contenido vital para su crecimiento y su desarrollo integral. Un vacío tan poderoso que afectará quizá por generaciones a los clientes niños y jóvenes en sus necesidades, estilo de vida y ADN social. El consumo digital o dejar de consumir si es que no hay dinero por la pandemia generará estragos importantes en cómo se toman decisiones de compra y cómo se vivirá en los próximos diez años. Por los miedos, los vacíos y las inseguridades que provocan una pandemia mundial mediática y médica.
Esto no es el final. Será el principio
Si es el principio del fin o el final del principio nadie sabe. Comenzaremos desde cero este 2022. Surgirán dos especies de grandes segmentos. Los que quieren empezar desde el inicio. Y los que quieren seguir en este abismo interminable del consumo. Que seguirán interactuando con nuevas formas de comprar en estantes digitales. Lo cual no está mal ni bien. Simplemente serán caminos diferentes que decidirán tomar los humanos después de un gran impasse de miedo y desesperación. Será como una gran pelea de happenings mundiales. Los que siguen en el consumo digital interminable llenando de momentos de compra los vacíos interminables. Los que se bajarán y decidirán desconectarse para conectarse a experiencias analógicas y aparentar que viven mientras mueren en vida. Y por otra parte los que están muertos en vida pero que parecen vivir a través de bits interminables de likes y ventas por catálogos digitales. La muerte al fin de unas generaciones que juntas vivieron un mar interminable de silencios, miedos, paranoias y vacíos.
