Por fin ha empezado la primavera, el clima cálido y las vacaciones nos han traído un muy merecido break en la rutina y con ello también veremos muchos cambios en lo que compramos y la cantidad de los que compramos.
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Calor
Hay muchos factores que hacen que cambiemos nuestros hábitos de compra, sin lugar a dudas el clima es uno de los más directos. Por eso vemos que en primavera, de los principales cambios se dan en la canasta de bebidas, la cual consumimos más en esta época y en verano. Entre más intenso sea el calor mayor será el incremento en consumo de líquidos como agua embotellada.
Hay categorías como refrescos y cervezas que si bien destacan en esta temporada también son favorecidas por ciertas fiestas. Hasta el tipo de postre que consumimos cambia según el clima, por lo que los reyes en esta temporada son los helados, paletas y los postres refrigerados.
El clima también hace que incrementemos nuestro gasto en categorías de Cuidado Personal. Al subir las temperaturas necesitamos hidratar más seguido la piel, por lo que cremas corporales cobran importancia, así como cremas faciales con factor de protección solar.
Fiestas y Creencias
Épocas especiales como Navidad y año nuevo también cambian nuestra manera de comprar tanto en alimentos como en productos de cuidado personal. A pesar de que es un mes frío, es el mejor periodo para refrescos y cervezas por las reuniones que se organizan. Jugos y Néctares, en especial algunos sabores, cobran importancia en diciembre, ya sea para mezclar o para cocinar.
A lo largo del año tenemos varios festejos relacionados con tradiciones y creencias. Por ejemplo, en marzo o abril, por la cuaresma, se consumen menos carnes frías. Al dejar un poco de lado la carne roja, crece el consumo de empanizadores, que tienen en estos 2 meses su mejor temporada, ya que para “hacer rendir” las carnes blancas, en especial el pescado que es más caro, en muchos hogares se empaniza. Y con esto también va de la mano la compra de cátsup o salsas botaneras, especialmente en hogares con niños y adolescentes.
En septiembre, por las fiestas patrias, comemos más crema que suele acompañar varios platillos típicos como los taquitos, el pozole y las tostadas. Esta categoría también destaca en diciembre en varios platillos y postres, junto con la leche condensada y evaporada.
Incluso en fechas cercanas al día del niño sube el consumo de categorías para consentir a los más pequeños de la casa como helados, pizzas y pre- pizzas, por mencionar algunas.
Vacaciones
Cuando salimos de vacaciones cambian los hábitos también. Si estamos menos tiempo en casa, menos la ensuciamos por lo que disminuye la compra de limpiadores. Pero si no nos vamos a ningún lado, incluso consumimos más botanas y refrescos, así como cereales, en especial los hogares con niños pequeños, por lo que es fácil suponer que en semana santa asaltarán la alacena. En estos hogares bajan el consumo de las categorías que normalmente se incluyen en el lunch como pan, jamón, salchicha, mayonesa, etcétera.
Tomar todos estos factores en cuenta es básico para hacer nuestras estrategias y lanzamiento, así como promociones. El shopper cambia de hábitos por muchas razones y estas que hemos analizados son solo algunas…y todas se conjuntan esta semana!
¡¡Felices Vacaciones!!