Después de un largo periodo de relativa estabilidad, Wall Street, una de las bolsas de valores más importantes en todo el mundo, presentó este lunes 5 de febrero, de acuerdo con información de portal electrónico de BBC, su más fuerte caída en puntos desde el año 2011, incluso mayor que la que se registró en 2008, luego de que el Congreso de los Estados Unidos rechazara el plan de rescate de Lehman Brothers.
Las pérdidas de Wall Street causaron un efecto dominó en otras bolsas de valores de distintas parte del mundo. Un claro ejemplo de esto es la Bolsa de Tokio, la cual, según información del Clarín, presentó una caída 4.73%, su peor registro desde el año 2016.
Otra de las bolsas afectadas fue la de México, según datos de Huffington Post, medio que explica que su descenso fue de 2.29%; mientras que el mercado autraliano, londinense, de Frankfurt y parisino perdieron respectivamente 3.3% (para la primera) y 3% (para el resto).
La mayoría de los medios coinciden en que la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York se debió en gran medida al temor por parte de los inversionistas, causado a raíz de la publicación de los aumentos en los salarios estadounidenses. ¿Por qué esto causó inquietud entre los inversores? Principalmente porque si la gente tienen más ingresos, gastará más y los precios aumentarán, lo cual se traduce en un incremento en la inflación.
Además del aumento en los sueldos, la caída drástica en las bolsas de valores de todo el mundo provocó que la mayoría de los inversionistas perdieran confianza, lo cual se traduce en una venta de acciones, de acuerdo con datos de la BBC.
Sin embargo, hay analistas que prefirieron señalar a otros actores bursátiles como los culpables de estas importantes pérdidas: la inteligencia artificial y los algoritmos que componen a los robots encargados de tomar desiciones de venta. Cabe mencionar que estas máquinas funcionan con base en big data y su análisis predictivo.
¿Qué consecuencias puede traer la caída en las bolsas de valores? Aunque los analistas recomiendan mantener la calma, puesto a que este descenso no es igual que los que pudimos apreciar en 2011 y 2008, si habrá que tener en cuenta que habrá un aumento posiblemente a distintos artículos de consumo.