El servicio a través de aplicación no es un servicio que sea bien recibido por la competencia, en especial los taxis, que en los últimos años han intentado bloquear la entrada de servicios de transporte como Uber o Cabify.
Fue en 2019 cuando estas aplicaciones de transporte privado anunciaron su salida de Barcelona, cuando se implementó un nueva forma de la Generalitat que obligó tomar esta clase de servicios como una precontratación con 15 minutos de antelación.
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El principal señalamiento de ambas aplicaciones es que consideraron que los 15 minutos de precontratación de los servicios les impedían en la práctica operar, a la vez, que se impedía trabajar a las marcas bajo un libre mercado.
Tiempo después Cabify y Uber regresaron al mercado, a partir de una serie de modificaciones al decreto de la Generalitat.
Pero actualmente Cabify se convertirá en la primera firma del sector en desembarcar en Zaragoza y proveer el servicio de vehículo de alquiler con conductor (VTC). Es una estrategia con la que Cabify continúa su expansión en España. Luego de adaptar el servicio a la normativa vigente y cumplir con los requisitos necesarios para prestar el servicio.
Datos de Statista muestran el volumen de negocio de los servicios para compartir en España. En 2020, se prevé que el negocio de compartir coche en España alcance los 467.03 millones de euros con un crecimiento para los próximos años, y se estima alcance los 495.32 millones de euros en 2021.
Una encuesta realizada por Statista Global Consumer Survey muestra que BlaBlaCar es el proveedor principal de viajes compartidos en España, con el 70 por ciento de la preferencia. Seguido de Uber (49 por ciento), Cabify (39 por ciento), Amovens (7 por ciento), Carpling (3 por ciento), Carpooling (3 por ciento), Viajest (2 por ciento), entre otros.