En el ámbito de la mercadotecnia, toda comunicación BTL tiene un fin único: vender. Y cuando hablamos de vender, no sólo nos podemos reservar a hacerlo con productos o servicios, sino incluso, con nosotros mismos.
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Todo el tiempo vendemos algo: ideas, conceptos, presentaciones, nuestro trabajo, nuestras cualidades, lo que creamos y lo que no creamos pero pasamos a otras manos. Y en este sentido, y más ahora la tecnología y los medios on-line nos permiten dar un salto del anonimato, con mínimo o nulo presupuesto pero con una gran idea y mucha fe en ella han salido a la luz grandes esfuerzos de gente que se vende a si misma magistralmente. Con ideas disruptivas, originalidad y gran ejemplo para aquellos que se siguen quejando de presupuestos de mercadotecnia raquíticos.
Aunque siempre he pensado que lo tienen mucho más fácil los mercadólogos en grandes compañías, con presupuestos abundantes y un séquito de agencias de publicidad, BTL, investigación de mercados, promoción, medios y diseño a su servicio, en el fondo de todo hay muchísimo que podemos hacer sin todo ese apoyo y por nosotros mismos.
Para muestra, cito el caso de Pablo, un chico gallego que tuvo una gran idea ante la crisis de desempleo que azota a España desde hace ya varios meses. Ante la imposibilidad de encontrar un buen empleo en mercadotecnia y publicidad, se fijó una fecha límite, y de no encontrarlo en España, se marchaba a Suiza. Para ello, lanzó la campaña on-line “Rescata a un español” a través de una página web y el apoyo de sus redes sociales, para que fuera “rescatado” por alguna generosa compañía española que le impidiera dejar su país en búsqueda de un trabajo digno (). Finalmente con fe e ingenio lo logró.
Otro gran ejemplo es el del británico Adam Paciatti (www.employadam.com), quien se graduó de la Universidad de Winchester y echó mano de sus últimos ahorros, solamente unas 500 libras, en una valla publicitaria que sería la detonante de su comunicación y creo videos para viralizarlo. Ahora, el está empleado y ayuda a otros a buscar empleo al comprender qué tan complicado puede ser encontrar el empleo de tus sueños.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas, está el caso del francés Alain Gutton, quien fue más allá al gastar 70 mil euros en su campaña de búsqueda de empleo, pero lamentablemente no tuvo tanta suerte.
Hay muchas formas de vendernos, de convencer a los clientes potenciales que nuestras cualidades representan la mejor relación “costo-beneficio” por su inversión, y dos elementos clave pueden hacer la gran diferencia: creatividad y timing.
