Como muchas agencias, la mía se ha visto en esa rueda del hámster que parece moverse mucho pero sin llegar a ningún lugar. Lo crudo es reconocer que le hacemos ver los errores y aciertos a las empresas y pocas veces nos detenemos a ver lo que llevamos en hombros.
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Al principio decidí ir sólo tras las PYMES, en particular las micro empresas, pues pretendía sacarme la espinita de una década en al administración pública. Quería resolver los problemas de las pequeñas empresas, con la actitud de “si pude hacerlo para un Estado…”.
Siendo honesto durante este periodo recibí muchos gratificaciones, las ganancias estaban orientadas a lo emocional. Sin lugar a dudas es enriquecedor en el plano personal y profesional, el equipo y yo teníamos una sonrisa por los resultados y luego llorábamos a moco tendido, cuando las empresas empoderadas se olvidaban de nosotros: el pago estaba incluido en el olvido.
Después de aprender a golpes, decidimos invertir en la especialización, mi socio -diseñador gráfico- se dedicó a estudiar artes aplicadas, la contadora ingresó a una maestría que aun esta en vías y la cual esta encaminada a la administración y desarrollo de negocios, yo ingresé a dos maestrías al mismo tiempo, una sobre marketing turístico y la segunda de habilidades directivas.
Lo anterior dio pie a dedicarnos a un segmento más determinado, parece irónico que les subrayamos a los clientes la necesidad de ubicar su target, y como agencias nos perdemos en los intentos, así que después de un segmento “de chile, mole y dulce”, pasamos a orientarnos hacia empresas turísticas y culturales.
Con anterioridad ya hacíamos BTL y esporádicamente asesoramos candidatos y gobiernos, así que dejamos en 4 puntos nodales la oferta del despacho #ASEROyGonzález, misma que se puede mezclar para aún ser más fuerte.
Como una agencia pequeña en una ciudad donde pasa poco en materia de marketing, teníamos que causar una revolución, algunos esfuerzos fueron: difundir la alianza con mi socio, ofrecernos como expertos para colaborar en medios, intercambiar espacios publicitarios, agendamos un calendario muy intenso de conferencias y enviamos algunos obsequios a clientes pasados, en potencia y a los actuales.
La encrucijada es verdaderamente difícil cuando se trata de aplicar el marketing en lo propio, como mercas debemos entender que la ética comienza en este punto, en ser igual de rigurosos en las herramientas que proyectemos para nuestros clientes, que en las que aplicamos como hábitos y razones al interior de nuestra empresa.
Es tiempo de reconsiderar algunas cosas, de hecho la columna que aparece un día antes de noche buena y a días de comenzar un año, tiene una voz melancólica, reflexiva y de pronóstico. Lo hice con el propósito de que enlacemos las fechas con las que como mercas muchas veces jugamos, para aplicarlas a nuestro favor.
El siguiente test se contesta con SI o No:
- El cliente se sorprende al conocer los servicios y al ver la forma en la que trabajan
- Los empleados se sienten orgullosos de laborar en la agencia
- Las personas que no adquieren los servicios aún así conocen su negocio
- Ha apostado parte de su presupuesto para marketing en una estrategia BTL
- La convivencia en navidad fue algo fuera de lo ordinario
Con 3 afirmaciones o más, reciba mis felicitaciones, usted y su agencia ponen en práctica el sentido de la creatividad, son “betelianos” activos, en cambio si sus respuestas son negativas, tal vez se le haga ñoño contestar un test a sus N años, tal vez las preguntas le parezcan mal formuladas, tal vez existan muchos supuestos para negarse a aceptar que existe potencial de cambio y mejora.
Métale BTL a su agencia, sus clientes lo agradecerán, será como ir al GYM y encontrarse con un entrenador súper “mamey”, recuerde que “el que es buen juez, por su casa empieza”.
¡Feliz BTL Navidad!
