Redes sociales: encanto o desencanto
Por Jaime Torres Fidalgo
De algunos años a la fecha, es cada vez más común el uso de redes sociales y páginas como Facebook, Hi5, Wayn, Youtube y muchas otras como herramientas para campañas virales. Cada vez son más las marcas que no pueden dejar de estar ahí, donde su mercado está si no todos los días, con mucha frecuencia. Y es que sus bondades parecen encantar a cualquier agencia de BTL o cliente: son medios gratuitos (a menos que se contrate una pauta en ellos), con gran afluencia y actuales.
Nadie cuestiona si la campaña debe estar en ellos o no, después de todo, no es necesario pagar y si se decide contratar una pauta on-line, no es tan cara en comparación con los beneficios que ofrecen. Por si fuera poco, también pueden ser cuantificables en impactos exactos. Estos medios parecen haber llegado para quedarse y desbancar a muchos otros.
Sin embargo, no todo es un valle de rosas. El éxito no llega envuelto en facilidades, aunque indiscutiblemente las redes sociales tengan grandes ventajas. Primero, no basta con subir una campaña a una de estas páginas para que se convierta en viral, tampoco para que los receptores lean o vean la comunicación y genere en ellos ese clic que se busca.
Enfrentémoslo, entramos a facebook para tener comunicación con amigos y conocidos, no para ser invadidos por publicidad o un grupo que pretende venderte algo. Tampoco entramos a Youtube para ver qué producto comprar. Buscamos estar conectados con nuestro entorno y una forma fácil y divertida de entretenernos. Así que si buscamos realmente impactar o no pasar desapercibidos, es necesario generar un contenido que realmente sea útil al receptor. Un mensaje que lo divierta y quiera compartir con amigos, o que le sirva como beneficio (un fuerte descuento, invitación a un evento esperado, código para descargas gratuitas, etc.) Si nuestro mensaje no incluye alguno de esos dos “ganchos”, no tendrá éxito y no será culpa del medio, sino del mensaje.
Por ello, realmente no existen los medios virales. Son los contenidos los que motivan a que el receptor los comparta o comente con sus propias redes sociales. Esos que no siguen utilizando los gastados clichés de que te verás más guapo o guapa, que serás exitoso, deseado, estarás a la moda o es el mejor producto o servicio. A nadie nos gusta ver publicidad, a menos que la publicidad sea realmente original y nos mueva fibras interiores.
Aun hoy en día importa muchísimo el medio, pero lo elemental sigue siendo el mensaje.
Contacto: jtfidalgo@yahoo.com