Estos son los tiempos de aquellos a quienes se les aparecen fantasmas de amigos muertos en Facebook, o el espíritu del padre en un videojuego.
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Ahora, el mundo de lo “espiritual” y fantasmagórico ya se consume en el punto de venta llamado “realidad virtual”. Los nuevos consumidores experimentan recuerdos y regresiones desde sus consumos, y no es que conserven productos asociados a sus recuerdos; más bien es dentro de estos productos donde personalizan el recuerdo de los afectos y las relaciones.
Recientemente se supo del caso de la joven que se comunicaba con sus amistades desde ultratumba; así como ahora también alguien ha visto a su padre muerto en un videojuego.
Se trata de 00wartherapy00, quien no tiene avatar en pantalla, sino la típica silueta del avatar ausente en red, el cuenta que solía jugar a las carreras de autos en una consola de XBox con sus padre, hasta que él murió, y tiempo después reapareció el récord de su padre conservado en la memoria del juego.
Lo mismo ocurrió en el caso de la fantasma de Facebook, Emily, quien supuestamente reapareció en su muro para comunicarse con su novio y amigos.
Lo cierto es que el mundo de lo espiritual y sus productos se trasladan al Branding de la red. Son nuevas formas de adquirir un producto en forma directa, es un Branding emocional que se obtiene del intercambio de imágenes y anécdotas.
Se sobrevalora el sitio, se resignifica a partir de estos experimentos de consumo.