Para las empresas que poseen una tienda a la calle, sus fachadas y vidrieras son una oportunidad de mostrar el espíritu de la marca, llamar la atención y atraer a sus potenciales clientes para que ingresen al local. Lo que el target percibe en la entrada a la tienda es un elemento clave en la experiencia de compra y no se puede dejar librado al azar.
Pero ¿qué sucede cuando es necesaria una refacción y se debe intervenir la fachada de la tienda con un cerco de obra? Aquí es donde la publicidad below the line entra en juego y despliega sus maravillas: un cerco de obra es una gran oportunidad de generar una experiencia memorable con guerrilla marketing. No sólo se “disimula” la refacción sino que se puede aprovechar para generar resultados de engagement más que interesantes.
Veamos algunos ejemplos:
1) Miren todos mi magnífico producto
Una marca tan asociada a la elegancia, la exclusividad y el diseño como es Louis Vuitton, a la hora de remodelar su tienda ubicada en la avenida Champs Elysees, no podía permitirse dejar desprolijidades a la vista de todos. Por ello es que utilizando uno de sus productos más icónicos logró cubrir el trabajo de refacción que se realiza en su interior.
Pero no sólo eso: Louis Vuitton aprovechó la ocasión para fortalecer su posicionamiento y presencia de marca a través de una experiencia que llama la atención, a la vez que posiciona el producto.
2) Previsualizar el diferencial
El estudio de arquitectura londinense Guy Holloway Architects llevó adelante el proyecto llamado ‘The Beach Houses’, destinado a construir viviendas de descanso en donde antiguamente se emplazaba un famoso hospital de la ciudad. Las construcciones diseñadas con vista a la costa fueron el disparador ideal para diseñar este cerco de obra, que permite al ocasional observador interactuar con el espacio y ver de antemano la vista panorámica que tendrán las casas. Con un diseño sobrio y a la vez moderno, no sólo publicitan el proyecto: también resaltan la característica más atractiva de las unidades en venta y su diferencial, que es la vista hacia el mar.
3) Expectativa y beneficios en vasos dulces
El diseño de esta valla publicitaria -si bien es clásico- posee un giro interactivo y a la vez fácil de comprender: dos gigantografías de yogur helado están cubiertas de envases que contienen la leyenda “Yogen Fruz abrirá cuando se acaben los vasos”. Cada uno de esos vasos (que se pueden retirar) incluye un descuento especial que se podrá canjear el día de la inauguración con la compra de productos.
Es muy interesante cómo -con una baja inversión- no sólo logran entablar un diálogo con sus potenciales clientes, sino también invitarlos de forma creativa a visitar el local una vez abierto. ¿Algo que hable mejor del espíritu de la marca que una experiencia de este tipo?
Nota escrita por Florencia Nunez, cortesía de: https://www.maccaferri.com/br/es/productos/geotextiles-mactex/
