Branding Trends: Tesco elimina sus letras del logo en espectacular campaña

tesco branding logotipo
  • Tesco es líder del mercado en Reino Unido con una cuota de mercado del 27.4 por ciento en octubre de 2023.

  • Sainsbury’s es el segundo retailer físico más importante de UK con una cuota de mercado del 15 por ciento.

  • El tercer lugar lo ocupa Asda con una cuota de mercado de 14.2 por ciento.

  • El resto de los comptidores son (ordenados por cuota de mercado):  Aldi, Morrisons, Lidl, The Co-operative, Waitrose e Iceland.

En un giro que desafía las convenciones tradicionales del branding, algunas de las marcas más reconocidas del mundo están adoptando una estrategia que, a primera vista, podría parecer contraintuitiva: hacer desaparecer los nombres de sus logotipos. Este fenómeno, ejemplificado por casos como Tesco y otras marcas globales, revela una verdad fundamental sobre el poder del branding moderno: las marcas más fuertes pueden comunicar su esencia incluso en su ausencia.

 

La revolución del minimalismo en el Branding global

Pioneros del silencio visual

La tendencia hacia la simplificación de logotipos ha sido adoptada por algunas de las marcas más influyentes del mundo:

Nike: El “swoosh” se ha convertido en un símbolo universal que trasciende el lenguaje, permitiendo a la marca prescindir completamente de su nombre.

nike swoosh

Starbucks: La evolución de su logo hasta quedarse únicamente con la sirena demuestra la confianza en el poder de su imaginería visual.

Starbucks Web3

McDonald’s: El icónico “arco dorado” ha demostrado poder funcionar de manera independiente, simbolizando toda una cultura de consumo.

McDonald's Interlomas reapertura experiencia de compra omnicanal

Mastercard: La audaz decisión de mantener solo los círculos entrelazados refleja la madurez de su identidad visual.

Nuevo logo de Mastercard

Audi: Los cuatro anillos han demostrado ser suficientes para transmitir prestigio y herencia automotriz.

logo audi

 

El caso de Tesco y su logotipo

Tesco, el gigante minorista fundado en 1919 por Jack Cohen, se une a esta tendencia con su innovadora campaña realizada en el Reino Unido por la agencia BBH London que reemplaza su nombre por ilustraciones de productos comestibles. Con una presencia en 12 países y más de 273,000 empleados, esta decisión demuestra cómo incluso las marcas más tradicionales pueden adoptar estrategias de comunicación revolucionarias.

branding tesco quita letras de su logotipo y las cambia por verduras

Aunque cabe mencionar que es parte de una nueva campaña de comunicación en OOH, Tesco demuestra que sin estar, está.

 

El poder del reconocimiento implícito

Este fenómeno, que podríamos denominar “branding por sustracción”, funciona porque:

  1. Memoria visual colectiva: Las grandes marcas han construido un banco de memoria visual tan robusto que pueden permitirse jugar con su ausencia.
  2. Engagement cognitivo: Al presentar un “puzzle visual”, estas campañas involucran activamente al espectador.
  3. Confianza de marca: Solo las marcas con una sólida equity pueden arriesgarse a “desaparecer” temporalmente.

tesco branding logotipo

 

Más allá del logotipo: la nueva frontera del Branding

Esta tendencia señala un cambio paradigmático en el marketing contemporáneo:

  • Arquitectura visual: Uso consistente de elementos distintivos que funcionan independientemente.
  • Narrativa de marca: Valores tan arraigados que pueden ser evocados con mínimas señales.
  • Experiencia del consumidor: Interacciones memorables que trascienden el logo.

tesco logotipo branding

La era digital: catalizador del minimalismo

La simplificación de logos responde también a necesidades prácticas de la era digital:

  • Mejor legibilidad en pantallas pequeñas
  • Mayor versatilidad para diferentes plataformas
  • Adaptabilidad a diversos formatos digitales

 

El minimalismo en el Branding contemporáneo

El minimalismo emerge no meramente como una tendencia estética, sino como una filosofía integral de comunicación que encuentra sus raíces en el célebre axioma de Mies van der Rohe: “menos es más“. Esta aproximación, lejos de ser una simple reducción de elementos, representa una sofisticada destilación de la esencia marcaria hasta alcanzar su forma más pura y significativa.

La pureza conceptual que caracteriza al branding minimalista contemporáneo trasciende la mera simplificación visual. Se trata de un proceso meticuloso de refinamiento donde cada elemento superviviente debe justificar su presencia mediante una contribución significativa al mensaje global de la marca. En este proceso de depuración, los elementos visuales remanentes adquieren un peso semiótico extraordinario, convirtiéndose en portadores de significado con una potencia comunicativa multiplicada.

El auge de esta tendencia responde a imperativos fundamentales de nuestra época. En un mundo caracterizado por la saturación informativa y la economía de la atención, el minimalismo actúa como un faro de claridad en medio del ruido visual contemporáneo. La simplicidad se convierte en un valor premium, permitiendo a las marcas destacar paradójicamente a través de la reducción, no de la adición. Esta aparente contradicción revela una verdad fundamental del branding contemporáneo: en un entorno sobresaturado, la claridad se convierte en el último lujo.

La manifestación del minimalismo en el branding actual se revela a través de una sofisticada manipulación de los elementos fundamentales del diseño. El color, por ejemplo, se emplea con una precisión quirúrgica. Las paletas monocromáticas y los contrastes binarios dominan el paisaje visual, mientras que el uso estratégico del color se convierte en un poderoso diferenciador. La tipografía, por su parte, se despoja de ornamentos superfluos para alcanzar una pureza geométrica que privilegia la legibilidad y la universalidad comunicativa.

La geometría fundamental juega un papel crucial en esta nueva era del branding minimalista. El retorno a las formas básicas no representa una simplificación por defecto, sino una búsqueda de la verdad visual en su expresión más elemental. Los círculos, cuadrados y triángulos se convierten en vehículos de significado, capaces de transmitir mensajes complejos a través de su disposición y relación espacial.

Esta evolución hacia la simplicidad responde también a necesidades prácticas de la era digital. La adaptabilidad multiplataforma y la reproducibilidad fidedigna se convierten en imperativos ineludibles en un mundo donde las marcas deben mantener su integridad visual a través de una miríada de puntos de contacto digitales y físicos. La sostenibilidad visual adquiere una nueva dimensión, ya que los diseños más simples demuestran una mayor resistencia al paso del tiempo y una menor necesidad de actualizaciones frecuentes.

Las implicaciones estratégicas de esta aproximación minimalista son profundas y multifacéticas. La simplificación visual exige una mayor inversión en la construcción de significado y valores de marca. Cada elemento debe ser cuidadosamente considerado y justificado, creando un sistema donde nada es superfluo y todo comunica con precisión y propósito. La coherencia se convierte en un imperativo absoluto, extendiéndose más allá de los elementos visuales para permear cada aspecto de la experiencia de marca.

La evolución de una marca dentro de este paradigma minimalista requiere una delicadeza particular. Los cambios deben ser meticulosamente calculados, buscando siempre el equilibrio entre la innovación necesaria y la preservación de aquellos elementos que han alcanzado un estatus icónico en la mente del consumidor. Es un ejercicio de equilibrio que requiere una comprensión profunda tanto de la herencia de la marca como de las exigencias contemporáneas del mercado.

 

Lecciones de resiliencia y adaptación

La historia de estas marcas, incluyendo los desafíos de Tesco (como sus pérdidas de £6.400 millones en 2014), demuestra que la capacidad de adaptación y la creatividad son cruciales para mantener la relevancia. Esta flexibilidad permite experimentar con estrategias de comunicación innovadoras sin perder la esencia de la marca.

Esta evolución sugiere un futuro donde la comunicación será cada vez más sutil y sofisticada. Las marcas deberán:

  • Invertir en construcción de identidad a largo plazo
  • Desarrollar sistemas visuales más flexibles
  • Crear conexiones emocionales más profundas
  • Mantener la relevancia a través de la innovación constante

El movimiento hacia la simplificación y el minimalismo en el branding, ejemplificado por gigantes como Nike, Starbucks, McDonald’s y Tesco, marca el inicio de una nueva era en la comunicación de marca. En un mundo saturado de información, la capacidad de comunicar más con menos se ha convertido en el verdadero distintivo de las marcas poderosas.

Este fenómeno no solo representa un triunfo del diseño minimalista, sino que señala una evolución en la manera en que las marcas se comunican con sus audiencias. La tendencia hacia la simplicidad visual no es una moda pasajera, sino un reflejo de la madurez del branding moderno, donde el poder reside no en la omnipresencia, sino en la capacidad de resonar en la ausencia.

Las marcas que han dado este paso audaz demuestran que, en la era digital, menos puede ser más, y que un símbolo bien construido puede valer más que mil palabras.

 

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