Una marca no sólo es un logo o un nombre, sino que también es los productos que vende, el personal que trabaja en ella y, por supuesto, la percepción que genera en el público meta sobre sí misma. Generar una buena construcción de una firma puede tener un impacto sustancial en la manera en que conecta con la gente y, a la larga, lo que puede tener una repercusión en las ventas. En esta misma línea de pensamiento, hay que considerar que la adecuada construcción del branding es algo a lo que las marcas deben prestarle una vital atención.
Un branding bien construido y definido permite transmitir correctamente los valores de una marca, aspecto que ayuda a conectar correctamente con el público meta al que se está dirigiendo la empresa.
Al mostrar los valores de una marca a través de su branding es posible que el público meta se sienta identificado con la firma. Si se logra estrechar el lazo entre ambas partes es posible que el engagement de la firma crezca considerablemente, al punto de que se llegue a convertir en una lovemark, que es a lo que aspiran muchas marcas en la actualidad.
Cuando la percepción que hay sobre una marca es positiva, entonces aumentan las posibilidades de que mejore el brand equity de la firma. Cuando se trabaja con el branding de una marca, es posible que haya un aumento en las ventas que la empresa registra.
Sin embargo, no hay que perder de vista que la construcción de la marca es un proceso continuo, el cual requiere un compromiso por parte de la firma misma hacia sus valores y hacia su coherencia, de tal modo que todas las acciones de marketing sean bien recibidas por el público meta, debido a que son percibidas por la gente como genuinas.
