De los diferentes bienes que una persona necesita durante toda su vida es la ropa, artículo que en ocasiones pasa de solo cubrir una necesidad, para convertirse en un deseo, lo cual lleva a las personas a comprar de manera continua, sumándose esto a los precios, variedad y conveniencia de ciertas marcas, como es el caso de Bershka y Zara, al igual que Forever 21.
Las dos primeras, de Grupo Inditex, son de las más buscadas por los clientes, además de ser dos de las de mayor presencia en distintos mercados.
En el caso de Bershka, esta marca está presente en 35 mercados, gracias a sus tiendas de e-commerce; mientras que Zara tiene presencia en 154 mercados, según señala Statista. En cuanto a puntos de venta se refiere, Zara tiene 345, solo en el continente Americano, siendo la de mayor número de tiendas de la compañía en dicha región. En lo que respecta a Bershka, esta es la segunda con más sucursales de la empresa en dicha zona (116 tiendas físicas).
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Forever 21, por su parte, en 2018 fue el séptimo retailer online de moda con más penetración de mercado (5.4%), estando por encima de marcas deportivas como Adidas, de acuerdo con The Cocktail.
De “lindos aparadores” a ropa de una sola puesta
Ya sea que se trata de clientes adolescentes o jóvenes, las tres marcas citadas han logrado ganar la preferencia de los consumidores mexicanos, teniendo un punto de venta en cada mall abierto y por inaugurar. No obstante, esto no los salva de ser señalados como retailers que comercializan “ropa desechable”.
Según información publicada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y retomada por le medio SDP Noticias, los textiles que ahora se usan para confeccionar prendas de estas marcas es cada vez menos durables, mismas que suelen tener una vida útil no mayor a 4 meses, lo cual orilla a los clientes a gastar más y de forma más recurrente, situación que se hace más notoria en prendas de marcas como Zara, Bershka, Forever 21, C&A, Gap, Fashion Nova y Victoria’s Secret, entre otras.
Aunado a la mala calidad de sus productos, la Profeco también señaló que además de que la mala calidad lleva a la gente a comprar más, las tendencias, moda, temporadas y marketing son otros factores que impulsan a los consumidores a adquirir más prendas e incrementar su gasto, ya que hay una mayor atención y prioridad hacia los diseños que a la calidad textil.
Quizá esto no afecte en gran medida las ventas de los retailers. No obstante, si resta puntos a su branding, pues al estar relacionadas con baja calidad, puede hacer que consumidores más críticos prescindan de algunos de sus productos, reduzcan el número de compras, así como su gasto.