En el marketing BTL, uno de los elementos más importantes es lo que se conoce como marca, lo cual puede definirse como la imagen e incluso la personalidad asociada a un producto, servicio o hasta a una empresa. Es, por decirlo de un modo, el estandarte por medio del cual se presenta un artículo determinado que, por lo regular suele estar a la venta. Esta cualidad suele ser un rasgo distintivo, por medio del cual los clientes podrán distinguirlo de otras firmas que estén en el mercado; sin embargo, también puede llegar a influir en las ventas, y es justo en ese punto donde entra lo que se conoce como brand equity.
¿A qué nos referimos con brand equity? Hay distintos modos de entender este concepto. Mientras que hay quien menciona que es la capacidad que tiene una marca para generar ventas a partir de su posicionamiento, su engagement y, sobre todo, su brand awareness, hay sitios como Conexión Esan que comentan que un término que está asociado con lo que se conoce como valor de marca.
Elementalmente, es más posible que una marca bien posicionada, que es muy conocida y que ha generado mucha fidelidad con el cliente venda mucho más que otra que, aunque cuenta con muy buenos productos, simplemente no cuenta con ninguna de las características anteriormente mencionadas.
Se considera que este elemento es intangible y que le aporta valor a una marca para que esta tenga, per se, capacidad de vender lo que promociona.
Hay distintos elementos que se toman en cuenta para calcular el brand equity, entre los que se encuentra, según conexión Esan, la relevancia que la firma tiene, su diferenciación respecto a su competencia, la calidad percibida por los cliente, la notoriedad e incluso capacidad para generar lealtad con los clientes, ya sean habituales o potenciales.
