Este evento, además de atraer a una gran audiencia televisiva alrededor del mundo, también es uno de los eventos que logra congregar a más personas en un sólo recinto.
Y es que mirar a dos de los mejores equipos de toda la temporada regular enfrentarse en una cancha, vivir al máximo cada momento del partido, ver a Tom Brady jugar y estar a unas cuantas horas de tener en su trayectoria 5 anillos como campeón y presenciar el show de medio tiempo en el que más se invirtió, no debe ser cualquier cosa, ni mucho menos el dinero que tuvieron que desembolsar los que en este momento ya ocupan un lugar en palcos y gradas del estadio en Houston, Texas.
Esta edición número 51 del Super Bowl no sólo tiene el espectáculo del medio tiempo más caro de todos, sino también cotizó los boletos con el costo más elevado de la historia.
Durante la primera edición de este evento deportivo, el costo del ticket más barato apenas alcanzó los 12 dólares, según la BBC. En contraste, la edición de este año tuvo, como menor precio casi los 3 mil dólares en reventa, mientras que el ticket más caro oscila entre los 13 y 14 mil dólares por unidad.
A diferencia de México, en Estados Unidos la reventa no está prohibida. De hecho, la NFL tiene un sitio oficial donde se permite un intercambio de entradas manejadas por Ticketmaster, página donde se pueden conseguir boletos para este Super Bowl bajo los precios antes mencionados. Oficialmente, el costo de los boletos para la edición de este año osciló entre los 850 y los mil 800 dólares
Este evento deportivo anual de la Liga de Futbol Nacional (NFL, por sus siglas en inglés), es una de las fiestas deportivas más ansiadas y celebradas en Estados Unidos y en distintas partes alrededor del mundo.
Es un evento que no sólo reúne millones de personas, sino también millones de dólares por espacios publicitarios (de 4.5 a 5.5 millones de dólares por 30 segundos), ganancias para la liga y sus jugadores, y también por los derechos de transmisión de las distintas cadenas televisivas, transmisión on demand, redes sociales y salas de cine, como fue el caso de Cinemex en México al unirse a esta fiesta y destinar parte de sus salas y boletos a la transmisión del Super Bowl LI.