Los consumidores de hoy ya no están dispuestos a ser pasivos cuando se trata de las marcas que consumen y los retailers donde compran. Quieren marcas que se preocupen por las mismas cosas que ellos, y quieren sentir que conectan con un branding humanizado. Como tal, esta voz o poder del cliente está teniendo un impacto significativo en industrias de todo tipo.
La identidad de marca de una empresa y sus valores corporativos ya no pueden centrarse simplemente en lo que es mejor para el negocio y cómo ganar más dinero. Incluir a personas con discapacidades y desarrollar una identidad de marca que sea más inclusiva no debería sentirse diferente o único; simplemente debe ser natural. Así lo ha demostrado Bodega Aurrera al sumar a sus filas a talento con diversas discapacidades.
Hace unos meses se viralizó una imagen en redes sociales, en que se dio a conocer la labor de una cajera sordomuda que presta sus servicios en una Bodega Aurrera, pues se lee un aviso en la caja que dice: “Buen día, bienvenido(a) , me llamo Sandra Pájaro Luna, no puedo hablar ni escuchar pero estoy para servirle con gusto. Si requiere algo adicional, favor de anotarlo en su celular y mostrármelo. ¡Gracias por su visita!”.
Y ahora la marca celebra la integración de un nuevo elemento con una incapacidad permanente por una patología en la cadera, en el área de cajas también, dicha inserción fue posible gracias a la colaboración de la asociación civil Juntos, Una experiencia compartida y, evidentemente el equipo de Recursos Humanos de Walmart de México y Centroamérica.
La inclusión en sí misma se refiere al acto de respetar y aceptar todo el espectro de la diversidad humana. No se trata solo de reconocer que existen otros seres humanos en función del sexo, la identidad de género, la etnia, el tipo de cuerpo, la capacidad física y mental, la raza, etc., sino que también se trata de respetarlos e incluirlos.
Entonces, en lo que respecta a la empresa, ser inclusivo significa desarrollar una identidad de marca que se centre en el respeto y la inclusión de todos los humanos. Se trata de reconocer a una plantilla laboral y una base de clientes única y diversa y mostrar que la marca se preocupa por sus necesidades individuales. El branding inclusivo respeta las voces diversas al mismo tiempo que proyecta una voz diversa en sí misma.
Para que una marca adopte por completo la inclusión y se llame a sí misma una marca inclusiva, debe seguir el camino además de hablar por hablar. Sus operaciones y prácticas internas también deben ser inclusivas además de su marca y marketing externos orientados al cliente.
La mayoría de los consumidores de hoy admiten que evitan las marcas que no comparten sus mismos principios y filosofías. Dicho esto, la población de personas específicamente con discapacidades es de alrededor de 1300 millones, lo que significa que tienen un poder adquisitivo increíble y la capacidad de tener un impacto significativo en el éxito de una marca. Si las marcas no buscan ser más inclusivas con estas personas, sin duda comenzarán a perder negocios y tendrán dificultades para retener a los clientes.
Hay numerosos beneficios en el desarrollo de una marca inclusiva. Desde un punto de vista comercial, ayuda a tener un desempeño superior y lograr un mayor éxito, pero también puede marcar la diferencia y abonar a la construcción de mejores relaciones con los clientes, lo que a su vez ayuda a la vida de los demás.
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