Algunas iluminaciones llegan en medio de lugares poco descriptibles, tal es el caso del tema para esta columna, pues surgió en medio de ese orgasmo masculino que se tiene cuando se ejecuta la facultad de hacer del 1.
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Dicho lo anterior y al haber quedado ante su perspectiva como un asqueroso desagradable, pretendo reivindicarme, mi deseo es comentarle al respecto de la publicidad que esta velada, que parece que fue dejada “sin querer queriendo”, de esa que muchas veces pasa desapercibida, pero como resultan económicas y muy segmentadas, son una opción a considerar.
El ejemplo del baño de un restaurante, es el preámbulo para narrarle mi sorpresa al ver un pequeño letrero sobre el mingitorio con una información austera y con un diseño no tan “finolis”, pero al fin de cuentas muy contundente. El letrero publicitario albergaba el logo de la empresa, la dirección y un teléfono para contacto, se que no todos los que pasan a orinar lo notan, pues parece estar mimetizado con la misma estructura del baño, pero aquellos que duran un poco más de lo convencional, sin duda, lo leerán.
En el mismo contexto, al voltear la vista a la altura de los ojos, me di cuenta de otro BTL similar, el de los aparatos proveedores de aroma que están enchufados en el baño. Para ser honesto, quiero comentar que el diseño de la inserción del aromatizante dejaba menos que desear que la anterior, de hecho era menos oculta, pero a la vez es como parte del “chunche”, no compite con él.
Se da en más sectores, por ejemplo en los libros, cuando lo hojeas y te das cuenta que al interior están los demás libros del autor, es como un menú, ahí esta la oferta, oculta a primera vista para luego exponerse y enganchar.
Así como en el baño, como en los libros y como en muchísimos espacios más, el BTL oculto nos manifiesta su poder, nos permite entender que no todo el BTL son bombos y platillos, que no todo es la “súper estrategia” y el mega evento, que no todo lo alternativo tiene que parecer salido de Telehit.
Por tanto la lección es comprender que no todas las marcas requieren el mismo tipo de publicidad, es entender que algunos esfuerzos tímidos pueden representar más beneficio, orinar despacio nos enseña que el BTL también puede ser amigo del paisaje, nos invita a ser “Godínez” en ocasiones, entonces elíjalas bien.