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El Fondo de la Fundación Bill y Melinda Gates adquirió silenciosamente $1.7 millones de acciones de Anheuser-Busch en agosto.
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Bill también había invertido previamente alrededor de mil millones de dólares en Heineken Holding a principios de este año.
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La disminución de las ventas de Bud Light ha afectado los ingresos totales de AB InBev, lo que provocó una caída del 10 por ciento en los ingresos de Estados Unidos en el segundo trimestre.
En un movimiento sorprendente, el filántropo multimillonario Bill Gates ha realizado una significativa inversión financiera en la empresa matriz de Bud Light, Anheuser-Busch, en un momento en que la marca de cerveza ha estado lidiando con un boicot prolongado.
Según The Epoch Times, esta inversión, que tiene un valor aproximado de $95 millones de dólares, llega en un momento crítico para Bud Light, que enfrentó críticas debido a una controvertida campaña promocional que presentaba al activista transgénero Dylan Mulvaney.
El Fondo de la Fundación Bill y Melinda Gates adquirió silenciosamente $1.7 millones de acciones de Anheuser-Busch en agosto, meses después de que el boicot contra Bud Light ganara impulso. Curiosamente, el Sr. Gates, quien ha declarado públicamente que no es un gran bebedor de cerveza, también ha diversificado su cartera de inversiones dentro de la industria cervecera, habiendo invertido previamente alrededor de mil millones de dólares en Heineken Holding a principios de este año.
A pesar del boicot en curso y la disminución de las ventas de Bud Light, la analista de Morgan Stanley, Sarah Simon, se muestra optimista sobre las perspectivas de Anheuser-Busch. Simon cree que la empresa podría volver al “crecimiento rentable” en el futuro cercano, en gran parte debido a su fuerte presencia en los mercados emergentes, lo que mitiga el impacto de las pérdidas de cuota de mercado en Estados Unidos. Esta perspectiva positiva se ve respaldada por la predicción de Simon de que la rentabilidad se reanudará en 2024, con un crecimiento robusto del flujo de efectivo que posiblemente permitirá aumentos en los pagos y recompras de acciones a partir de 2026.
El boicot a Bud Light ha tenido un impacto notable en las ventas de la marca, lo que ha llevado a declives semanales consecutivos. La división estadounidense de Anheuser-Busch confirmó despidos de aproximadamente 300 empleados corporativos como resultado. La disminución de las ventas de Bud Light también ha afectado los ingresos totales de Anheuser-Busch InBev, lo que provocó una caída del 10 por ciento en los ingresos de Estados Unidos en el segundo trimestre.
Los datos de ventas revelan una imagen sombría para Bud Light, con una disminución del 28.1 por ciento interanual en las ventas hasta el 13 de agosto, junto con una caída del 28 por ciento en el volumen. El analista de Evercore ISI, Robert Ottenstein, sugiere que si estas tendencias persisten, pueden ser necesarios cambios estructurales significativos para reducir las bases de costos de Anheuser-Busch InBev y sus distribuidores.
En lo que va del año, los volúmenes de ventas fuera del establecimiento de Bud Light en lugares como supermercados han caído un 20.1 por ciento, acompañados de una disminución del 15.9 por ciento en las ventas de Bud Light en comparación con el mismo período del año anterior.
La controversia en torno a Bud Lightcomenzó cuando la marca presentó el rostro del activista transgénero Dylan Mulvaney en una lata de cerveza promocional. Este movimiento desencadenó una rápida reacción negativa, con el músico Kid Rock usando latas de Bud Light para prácticas de tiro. Figuras conservadoras prominentes, incluyendo al ex presidente Donald Trump y al gobernador de Florida Ron DeSantis, también criticaron a Anheuser-Busch por lo que consideraron una concesión a la presión de izquierda.
DeSantis incluso pidió acciones legales contra Anheuser-Busch, alegando que los materiales promocionales de la empresa para el activista constituían un incumplimiento de sus deberes hacia los accionistas. En respuesta, Anheuser-Busch enfatizó su compromiso con los accionistas, empleados, distribuidores y clientes.
El boicot a Bud Light inició una tendencia más amplia de boicots contra marcas con posturas percibidas como pro LGBT, incluyendo a Target. Si bien el impacto de estos boicots sigue siendo motivo de debate, destacan la creciente influencia del sentimiento del consumidor en la toma de decisiones corporativas.
En un clima polarizado, donde las pasiones pueden encenderse fácilmente, los consumidores están cada vez más dispuestos a canalizar sus esfuerzos hacia causas en las que creen. La inversión estratégica de Bill Gates en Anheuser-Busch señala un posible punto de inflexión para la atribulada Bud Light, que, a pesar de sus desafíos recientes, aún tiene un gran potencial a los ojos de algunos analistas.
A medida que esta situación se desarrolla, plantea importantes preguntas sobre la intersección entre los negocios, el activismo y la inversión en el complejo y conectado mundo actual.
Fuente: The Epoch Times.
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