El mundo del fútbol ya no es sólo para los aficionados, es para periodistas y fans que acompañan atletas, jugadores y deportistas en los estadios, entrenamientos y competencias. Por medio de dispositivos como acelerómetros, sensores de frecuencia cardiaca y hasta sistemas GPS (Global Positioning System), el deporte ha ganado estadísticas avanzadas e informaciones que son compartidas para mejorar el desempeño de sus jugadores y para valorizar los propios equipos.
Los grandes clubes están usando el recurso del Big Data para preparar tácticas y estrategias, aparte de analizar otros equipos y sus principales jugadores. Las estadísticas también son muy útiles para los administradores, que agregan valor a sus informes y crean verdaderos “súper equipos”, al considerar por sus análisis el rendimiento individual de los atletas en su mejor forma.
La Copa del Mundo de la FIFA, realizada en Brasil en 2014, es un buen campo para evaluar este nuevo escenario. La selección alemana, que se consagró la gran campeona de la competencia, usaba los recursos del Big Data, además de su excelente elenco. Uno de esos sistemas, desarrollado por la también alemana SAP, permitía que el equipo analizara numerosos datos de entrenamientos y juegos, y así mejorar el desempeño del equipo.
La solución llamada Match Insights, fue desarrollada en asociación con la Deutscher Fussball-Bund (DFB), la confederación alemana de fútbol, analizaba y procesaba datos de una partida o inclusive de un entrenamiento. Las informaciones generadas evalúan datos como: indicar que es lo que cada uno del equipo tiene que hacer en el entrenamiento o partida, organización táctica, precisión de los lanzamientos, dominio del balón y distribución de pases.
Otro triunfo utilizado por la selección alemana fue el sistema miCoach, de Adidas, que realizaba el monitoreo fisiológico, recogiendo y transmitiendo informaciones del atleta, incluyendo la frecuencia cardiaca, distancia, velocidad, aceleración y potencia, en seguida, por ejemplo, se exhiben esas medidas en un dispositivo móvil. Con los datos en las manos, entrenadores y preparadores físicos tienen un análisis profundo de cada atleta, tanto en el campo, como biológicamente. Los datos pueden usarse, para prevenir, por ejemplo, situaciones en la que el jugador necesitara de un descanso.
Entre otros sistemas, se destacan los que usan el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) y el GPS. Ambos son muy usados para monitorear dislocamientos y movimientos de los atletas. Esos dispositivos de rastreo obviamente dependen de satélites, pero las empresas fabricantes también tienen sistemas propios de posicionamiento local, como el ClearSky, que puede ser instalado alrededor de los estadios y en centros de entrenamiento. Los sistemas GNSS tienen como principal referencia la empresa australiana Catapult Sports. El mecanismo de monitoreo y transmisión de datos puede ser instalado en la espalda del atleta, prenderse en un cinturón o inclusive a una camisa de compresión más fuerte, que se usa debajo del uniforme.
El GPS también es usado por la Catapult Sport con el nombre de GPSport. El sistema realiza un sofisticado monitoreo de desempeño que incorpora el rastreo vía GPS con la frecuencia cardiaca. Ese grupo ya trabajó con más de 450 equipos en todo el mundo, y dentro de sus clientes también estuvo la propia selección brasileña.
Todos los sistemas de dispositivos de rastreo mencionado están localizados en una categoría de desempeño electrónico llamado Tracking System (EPTS). Actualmente su uso, que antes era restricto a los entrenamientos, ya fue liberado por la FIFA también para los partidos a partir de 2015. Es papel de cada asociación, liga o competencia ofrecer la opción de uso o restricción de mecanismo EPTS.
La FIFA ha estado tomando algunas medidas con el fin de regular el uso de esas herramientas. Un ejemplo es la autorización del uso de equipamientos especiales por atletas de fútbol como Ali Krieger, de Estado Unidos, y Peter Cech, que usan un casco de protección compuesto por fibras de alta resistencia a tensiones y un medidor de aceleración para la protección balística de choques. Por medio de la tecnología empleada, el casco de Krieger dispersa la energía del impacto de un único punto de la cabeza para la totalidad del miembro.