Ser creativo e innovador en pleno siglo XXI es una tarea compleja, mas no imposible. ¿Por qué? Hay muchas empresas que consideran que prácticamente ya todo está hecho, todo visto, todo creado. Entonces, ¿cómo se presentan nuevas cosas al público? Si los clientes ya han visto todo, ¿cómo sorprenderlos? Uno modo de lograr esto es por medio de benchmarking, sobre el cual te platicaremos en las siguientes líneas.
Sitios como Crece Negocios y Debitoor, explican que el benchmarking es cuando una compañía toma como referencia lo que se está haciendo otra empresa (sea competencia directa, indirecta o de otra categoría) y lo analiza, detecta fortalezas y compara con sus modelos, para finalmente adaptarlos en una nueva estrategia.
Sin embargo, y como explica Crece Negocios, el benchmarking no se limita a estudiar y tomar como referencia las estrategias y acciones de otras empresas, sino que también se puede hacer con servicios, procesos o productos, entre otras cosas. El verdadero detalle estriba en que el estudio y análisis de la competencia debe ser constante.
¿Cuáles son los principales objetivos que persigue esta técnica? Debitoor nos expone que al tomar como referencia y analizar lo que están haciendo otros se busca mejorar la calidad de los productos con los que se cuenta, además de que se desea aumentar la productividad.
Para realizar esta técnica, se recomienda seguir una serie de pasos importantes. El primero es saber dónde está parada la empresa, lo cual se puede conocer por medio de un análisis FODA. Posteriormente se procede a estudiar qué es lo que están haciendo otras empresas y se detecta cuáles son las fortalezas con las que cuenta. Luego, se puede crear un plan con base en los resultados de la investigación, el cual se aplicaría y finalmente se evaluaría, de acuerdo con información de Entrepreneur.
El problema de la creatividad y la innovación no son nuevos ni exclusivos de las empresas. De hecho, de acuerdo con Terry Eagleton, la estética de la recepción plantea que creamos cosas con base en nuestras experiencias y conocimientos acumulados, lo que se conoce como horizonte de expectativas, término creado por Hans-Georg Gadamer.