Elegir una tarjeta de crédito conlleva no sólo fijarse en que la institución financiera no cobre el primer año de anualidad. Siempre la elección debe estar determinada por las necesidades que tenga el usuario y el uso que se le va a dar al plástico.
No es el mismo interés ni la misma experiencia que vivirá un cliente totalero, a la que vivirá un cliente que utiliza la tarjeta como una extensión de su salario.
Para aquellos que suelen pagar el mínimo de su deuda o un poco más, pero sin realizar el pago para no generar intereses es conveniente contratar una tarjeta con menor tasa de interés, el famoso CAT.
Esto es importante en la medida en que mientras menor sea el CAT, entonces más económica será la tarjeta.
A continuación te presentamos las cinco tarjetas más baratas, según datos de la Condusef: